Una investigación reciente del robot Curiosity, revela que de los restos de metano hallados hace 10 años en la superficie del planeta rojo, ya no queda casi nada, solo pequeñísimas partículas. Esto reduce considerablemente las posibilidades de que el suelo marciano contenga microbios materiales, fósiles u orgánicos.
Investigadores afirmaron hace diez años, en marzo de 2003, que se había encontrado una nube cerca del ecuador marciano que contenía unas 19.000 toneladas de metano. Con ese hallazgo se presumía que probablemente ese planeta había albergado vida microbiana.
Las posibilidades de encontrar vida en el planeta Marte, han reducido después de las afirmaciones de investigadores de que las columnas de Metano identificadas anteriormente pudieron haber sido resultado de una mala interpretación. Actualmente los residuos de metano son mínimos.
Este robot comenzó un viaje de ocho kilómetros hacia el Monte Sharp, objetivo principal de la misión. Se espera que el viaje dure varios meses y que Curiosity se detengan en el camino para analizar las formaciones geológicas de marte.