–Según el presidente del Congreso Juan Fernando Cristo es sólo una coincidencia de que el trámite de la reforma a la salud se haya destrabado tras la expedición del decreto mediante el cual el presidente Juan Manuel Santos les restituyó a través de una “prima de servicios”, equivalente a 7 millones 898 mil 445 pesos, el recorte que les hizo en los salarios el Consejo de Estado.

Sin embargo, otro criterio muy distinto expusieron congresistas que se declararon en contra de la prima de servicios.

“Este es un juego de mermelada y tostada, aquí hay de todo”, declaró al respecto el representante del Polo Democrático, Iván Cepeda, quien agregó:

“Creo que este episodio sobre la prima pone en evidencia que hay una relación de chantaje y soborno entre el Ejecutivo y el Legislativo y es necesario, por el bien del país, del Estado y de las instituciones, que se haga una discusión a fondo sobre esta materia.

No obstante, Juan Fernando Cristo sostuvo que fue coincidencial, porque advirtió que después de los debates de la semana pasada y las reuniones con las bancadas “se sabía que se iba a despejar el camino de la reforma esta semana”.

También dijo: “Es muy popular salir a señalar solo que se trata de una prima a los congresistas. Eso no es cierto, simplemente se mantiene el salario que se venía devengando y vale la pena hacer el debate”.

Tanto el representante Iván Cepeda como su colega y también integrante del Polo, Ángela Robledo, lo mismo que el senador Juan Lozano, de la U, se declararon en contra de la “prima de servicios” adjudicada por el gobierno nacional a los congresistas y anunciaron que no la recibirán y la transferirán a fundaciones sociales.

Mientras tanto, el senador conservador Jorge Hernando Pedraza, calificó de populista la posición de estos congresistas.

Además dijo: “Son los primeros que van a cobrar. Yo también estoy pensando en hacerlo, más aún yo no renuncio al derecho: lo tomo y lo redistribuyo con la gente que me ayuda a mí en mi proceso político y hago actos de solidaridad personal, social”.

El debate al proyecto de reforma a la salud se inició la víspera en la plenaria del Senado luego del análisis y votación de los impedimentos presentados por 42 senadores.

De ellos, 14 fueron aceptados, por tener intereses afines con el sector salud y corresponden a los siguientes congresistas: Myriam Paredes, Efraín Cepeda, Roy Barreras, Rodrigo Villaba, Jorge Eduardo Gechem, Martin Morales, Félix Valera, Héctor Julio Alfonso, Jorge Ballesteros, Gabriel Zapata, Roberto Gerlein, Juan Carlos Restrepo, Maritza Martínez, Camilo Sánchez.

Los restantes 28 impedimentos fueron negados y corresponden a los senadores Mauricio Aguilar, Juan Carlos Restrepo Luis Emilio Sierra, Jorge Londoño, Juan Mario Laserna, Alexander López, Manuel Guillermo Mora, José Darío Salazar, Alexandra moreno, Olga Suarez, Manuel Virgüez, Carlos Chavarro, Juan Carlos Vélez, Roberto Gerlein , Juan Manuel Galán, Antonio Guerra, Jorge Pedraza, Hernán Andrade, Francisco Lozano, Nora García, Carlos Barriga, Carlos Arturo Quintero, Guillermo García Realpe, Juan Carlos Restrepo, Mauricio Aguilar, Jorge Sierra y Miguel Virgüez.

Todos ellos habían argumentado tener alguna cercanía con el sector por tener familiares trabajando o por ser profesionales de la salud.

Superado el cuello de botella de las inhabilidades, la plenaria se dispone a debatir a partir de hoy cada uno de los 88 artículos del proyecto de ley de la reforma a la salud.

La iniciativa desarrolla la ley estatutaria que se aprobó el semestre pasado, y entre otras cosas,pretende modificar el funcionamiento de las Entidades Prestadoras de Salud, EPS, para que se conviertan en gestoras y solo se encarguen de prestar el servicio a los usuarios.

Las afiliaciones, el recaudo y el pago de servicios asistenciales correrá a cargo de una entidad que se denominará Salud Mía.