Brooke Greenberg, la joven estadounidense que se registraba entre los 6.700 millones habitantes de la Tierra como la única persona con el extraño caso del ‘Síndrome X’, enfermedad por la cual vivió sus 20 años como un bebé, falleció esta semana por una afección pulmonar.

«Era una niña muy muy especial y cada día pensamos en ella», afirmó su padre, Howard Greenberg.Brooke vivía en el estado de Maryland con sus padres, tres hermanas y tenía el aspecto de una niña de dos años. Pesaba siete kilos y tenía la edad mental de un bebé de un año.

Brooke fue sometida a numerosas intervenciones médicas de urgencia durante los primeros años de su vida para tratarle una úlcera en el estómago, un ataque cerebral y un estado letárgico inexplicado que la hizo dormir durante dos semanas.

En ese momento le diagnosticaron un tumor cerebral y su familia se preparó para lo peor, pero la niña abrió repentinamente los ojos y los médicos no encontraron ni rastro del tumor en su cabeza.

Los científicos no encontraron la mutación genética que provocó su síndrome y no pudieron experimentar introduciéndolo en animales para tratar de avanzar en el descubrimiento de los secretos de la vejez y la muerte.

El padre de Brook Greenberg asegura que ni él ni su familia conocen ningún caso con un síndrome similar: «Nos han asegurado que ella era única entre los 6.700 millones de personas de la Tierra».