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Santos reprocha petición del Procurador Ordoñez a Corte Penal Internacional para que intervenga en Colombia

ordoñez-santos–El presidente de la República, Juan Manuel Santos tácitamente reprochó al Procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez Maldonado el haber solicitado hace una semana la intervención de la Corte Penal Internacional en caso de que el proceso de paz que adelanta con las Farc termine con impunidad.

Aunque sin citar el nombre del procurador, ni tampoco la petición que hizo a la Corte Penal Internacional, Santos habló sobre el manejo de las relaciones internacionales y recordó que de acuerdo con la Constitución, es competencia exclusiva del Presidente de la República.

“La Constitución fue tajante al respecto y no establece ninguna excepción a este principio fundamental cuyo respeto es esencial para defender los intereses vitales de nuestro país, por ejemplo en materia de paz y de valoración del funcionamiento de nuestra administración de justicia”, expresó el primer mandatario en un discurso que pronunció en la clausura del XXXV Foro Anual Parlamentario denominado: “Construyendo una paz estable y duradera”

“Ni siquiera las cabezas de las otras ramas del poder público, de los entes de control y fiscalización, o de los demás órganos constitucionales –a quienes respeto profundamente– representan la posición de Colombia ante otros Estados o ante organismos o cortes internacionales”, agregó el presidente Santos.

“Es bueno que así quede claro, para evitar distorsiones en el mensaje de nuestro país frente a la comunidad global y sus instituciones”, puntualizó el primer mandatario.

En su intervención, el presidente Santos hizo una nueva y vehemente defensa del proceso de paz que adelanta con la guerrilla de las Farc en La Habana, Cuba y reafirmó que «todo lo que hacemos, todo nuestro esfuerzo, va destinado al fin definitivo del conflicto interno, para que nunca más vivamos otro medio siglo de muerte y destrucción”.

«Ya hemos avanzado, mucho más que nunca en cualquier otro proceso con las Farc», advirtió el primer mandatario para referirse a los acuerdos logrados, el primero sobre el Desarrollo Rural Integral, en torno al cual dijo que trasciende lo que habíamos imaginado y es importante su aplicación, porque «no es otra cosa que el compromiso de dar al campo colombiano y a la población rural la prioridad que les ha sido negada por décadas».

«Nuestro gobierno ya viene trabajando en el mejoramiento de las condiciones de nuestros campesinos, estamos construyendo entre todos un Acuerdo Nacional por el Campo, pero ¡cuánto más podremos hacerlo sin el conflicto atravesado en el camino!», precisó.

Luego recordó que «hace un mes se logró en la mesa de conversaciones de La Habana un nuevo acuerdo sustancial, esta vez sobre el punto dos de nuestra agenda relacionado con las garantías para el ejercicio de la oposición política y la participación ciudadana».

«Este es otro tema importante –muy difícil también– en el que logramos ponernos de acuerdo sobre algo fundamental para nuestra nación: una mayor apertura democrática un fortalecimiento de nuestra democracia para la construcción de la paz», puntualizó.

Además dijo que desde luego, tras la terminación del conflicto, «será necesario abrir aún más nuestra democracia: abrirla a voces nuevas, a nuevos proyectos políticos que enriquezcan el debate, y que tengan todas las garantías de transparencia y equidad en las reglas del juego».

«Muchos se rasgan las vestiduras –continuó diciendo — ante la posibilidad de que quienes empuñaron un arma contra el Estado puedan alguna vez hacer política dentro del Estado. Pero señores: ¡de eso, de eso se trata la paz! De cambiar las balas por los votos y de que quienes tomen esa decisión tengan las suficientes garantías para participar en la democracia».

Dijo que por supuesto, habrá que buscar la forma de lograr un balance entre la aplicación de la justicia a quienes infringieron la ley y su posibilidad de reinsertarse a la sociedad; habrá que garantizar la verdad. Esa verdad que nos libera a todos y habrá que garantizarle, también, los derechos a las víctimas.

Sin embargo advirtió que «nada de esto nos debe distraer del propósito esencial: cambiar balas por votos, y que se rompa para siempre el vínculo entre política y armas. La paz –como ustedes bien saben, señores parlamentarios– está íntimamente ligada al ejercicio de la democracia.

Agregó que «es el debate democrático –el debate libre y respetuoso de las opiniones contrarias como el que se da cada semana en este recinto– el que permite encauzar de manera productiva las tensiones de la sociedad y asegurar que los conflictos se resuelven de manera pacífica, donde primen los argumentos y no la coerción de las armas.

Por eso les digo: la democracia es el mejor instrumento para consolidar la paz.

Expresó que por eso en los acuerdos a los que se han llegado con las Farc en La Habana sobre participación política se les ha llamado: “Una apertura democrática para la construcción de la paz”.

Al efecto, hizo las siguientes explicaciones:

Porque mientras más impulsemos el pluralismo político, mientras más rico y más amplio sea el debate entre diferentes partidos y movimientos, mayor representación y mayor voz tendrán nuestros ciudadanos, en especial aquellos que por cuenta del conflicto han visto reducida o incluso impedida su capacidad de participar en la política.

El filósofo americano John Rawls decía que el ejercicio de los derechos políticos en condiciones de igualdad incrementa la autoestima y el sentido de capacidad política del ciudadano.

Y que el ejercicio de esos derechos, sin esperar a cambio ningún beneficio material, desarrolla las capacidades intelectuales y morales de cada quien y constituye nada más ni nada menos que la base de su concepción de la sociedad.

Porque quien ejerce sus derechos políticos no piensa tan sólo en sus propios intereses, sino en los de todos: en los intereses de la sociedad.

Ese es el verdadero valor de la participación política y por eso hemos llegado a los acuerdos a los que hemos llegado en La Habana, incluyendo la creación de circunscripciones especiales transitorias en las regiones más afectadas por el conflicto, precisamente para que los ciudadanos de esas regiones puedan ejercer plenamente sus derechos.

La paz tiene, asimismo –y es bueno decirlo en este escenario de diálogo mundial por excelencia– una importante dimensión internacional.

Somos conscientes de esto, y por eso agradecemos y valoramos tanto su apoyo a este proceso amigos parlamentarios del exterior, puntualizó el primer mandatario.

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