Política

Papa Francisco insiste en una mayor presencia de las mujer en la Iglesia

PAPA FRANCISCO MAR 16–El Papa Francisco dijo hoy que espera ampliar espacios para una presencia femenina más extensa e incisiva en la Iglesia, a la vez que proclamó el rol insustituible de la mujer en la familia para la transmisión a las generaciones futuras de sólidos principios morales y de la fe.

Los pronunciamientos los hizo el Pontífice en la audiencia concedida hoy en la Sala Clementina del Vaticano a las participantes en el 29 Congreso Nacional del Centro Italiano Femenino que ha cumplido 70 años.

En su intervención Jorge Mario Bergoglio recordó «la contribución vital de las mujeres en la sociedad, en particular con su sensibilidad e intuición hacia el otro, los débiles y los indefensos».

DISCURSO DEL SANTO PADRE

El texto del discurso del Papa Francisco, es el siguiente:

Atención central italiano amigas,

Con motivo del Congreso de la asociación, le doy la bienvenida y le saludamos cordialmente. Me gustaría dar las gracias a su Presidente por las palabras con que introdujo esto nuestro encuentro.

Agradezcan con usted al señor todo el bien que el italiano Centro de mujeres ha logrado durante sus casi 70 años de vida, por el trabajo que ha hecho en el campo de la educación y desarrollo humano, y por el testimonio que dio sobre el papel de la mujer en la sociedad y en la comunidad de la iglesia. De hecho, durante las últimas décadas, junto a otras culturales y sociales transformaciones, ni siquiera la identidad y el papel de la mujer en la familia, en la sociedad y en la iglesia, han conocido cambios significativos y en general la participación y responsabilidad de las mujeres ha ido creciendo.

Este proceso ha sido y es importante para la comprensión por parte del Magisterio de los papas. Mención especial debe la 1988 carta apostólica Mulieris dignitatem, Beato John Paul II, en la dignidad y la vocación de la mujer, que, en consonancia con las enseñanzas del Concilio Vaticano Segundo, reconoce la fuerza moral de la mujer, su fuerza espiritual (cf. art. 30); y también recordamos el mensaje para la Jornada Mundial de la paz de 1995 sobre el tema «mujeres: educadora de la paz».

Recordé la contribución fundamental de las mujeres en la sociedad, en particular con su sensibilidad e intuición para el otro, los débiles y los indefensos; animó para ver cuántas mujeres compartir alguna responsabilidad pastoral con los sacerdotes en el acompañamiento de las personas, familias y grupos, tales como en la reflexión teológica; y esperaba que se aumentaron los espacios para una más amplia presencia femenina e incisiva en la iglesia (cf. «Apost. ap. Evangelii gaudium, 103).

Estos nuevos espacios y la responsabilidad que usted está abierto, y espero que pueda expandir aún más la presencia y la actividad de las mujeres, tanto dentro de la iglesia y civiles y profesiones, no puede hacernos olvidaran el papel irremplazable de la mujer en la familia. La peculiar delicadeza, sensibilidad y ternura, que es rico alma femenina, representan no sólo una verdadera fuerza en las vidas de las familias, la irradiación de un clima de serenidad y armonía, sino una realidad sin la cual la vocación humana sería inviable. Y esto es importante. Sin estas actitudes, sin conocimientos de estas mujeres, no puede crearse la vocación humana.

Si el mundo del trabajo y en la esfera pública es importante la contribución más incisiva del genio femenino, esa contribución sigue siendo vital en el contexto de la familia, que para nosotros los cristianos no es simplemente un lugar privado, pero la «iglesia doméstica», cuya salud y prosperidad es la condición para la salud y la prosperidad de la iglesia y de la propia sociedad. Pensamos en Madonna: Madonna en la iglesia crea algo que no se puede crear los sacerdotes, obispos y papas. ¿Eres auténtico genio femenino. Y pensamos en las familias de Madonna. ¿Qué significa nuestra señora en una familia. La presencia de mujeres en el hogar es muy necesaria, por lo tanto, para la transmisión a las generaciones futuras de sólidos principios morales y para la transmisión de la fe.

En este punto, es natural preguntar: ¿Cómo pueden crecer en presencia efectiva en muchas áreas de la esfera pública, en el lugar de trabajo y en los lugares donde se toman las decisiones y al mismo tiempo mantener una presencia y preferente atención y muy especial en y para el hogar? Y aquí es el entendimiento de que, además de reflexión sobre la realidad de las mujeres en la sociedad, requiere la oración asidua y perseverante.

Está en diálogo con Dios, iluminada por su palabra, regada por la gracia de los sacramentos, que la mujer cristiana siempre vuelve a responder a la llamada del Señor, en concreto de su condición. Una oración, esto, siempre apoyado por la presencia maternal de María. Ella, que ha guardado su divino hijo, quien aportó su primer milagro en las bodas de Caná, que estuvo presente en el Calvario y en Pentecostés, indica el camino a seguir para profundizar en el significado y el papel de la mujer en la sociedad y ser totalmente fiel al Señor Jesucristo y a su misión en el mundo. ¡Gracias!