El Polo rechaza reparto de mermelada para la reelección de Santos y exige garantías
–El Partido Polo Democrático Alternativo reclamó «plenas garantías democráticas, antes, durante y después de las elecciones», para todos los sectores políticos y organizaciones sociales, tras rechazar el «reparto de mermelada» y la «feria» del presupuesto nacional para la reelección del presidente Juan Manuel Santos.
«Rechazamos enérgicamente el favorecimiento a los candidatos de la coalición de gobierno mediante la feria del presupuesto nacional en inversiones y obras con evidentes fines electoreros, que contravienen la prohibición constitucional de los auxilios parlamentarios», señala el Polo en un comunicado.
Agrega que «mientras tanto al Polo se le niega el anticipo de reposición de votos para financiación de campaña tal como lo estipula la ley.
No obstante, asegura que «la aplanadora mediática y el reparto de mermelada, la reelección de Santos hace agua mientras la indignación de los colombianos va en aumento».
«En este contexto –subraya la declaración –la candidatura de Clara López ha propuesto la más amplia convergencia de los demócratas y sectores alternativos y de oposición alrededor de un programa común, para alcanzar la Presidencia de la República y desde allí impulsar las profundas y estructurales transformaciones económicas, sociales y políticas que demanda.
En el comunicado, el Polo expresa su respaldo a los diálogos de paz con las Farc en Cuba y exhorta al inicio de conversaciones con el Eln, pero advierte que «no apoya los propósitos reeleccionistas de Juan Manuel Santos».
Además exige al gobierno «un canal de información y comunicación con la mesa de diálogos de La Habana, como quiera que la paz es del interés de todos los sectores políticos y sociales, no solo de los afectos al gobierno», .
Afirma que «la ausencia de este sistema de información otorga ventajas inadmisibles al candidato-presidente y lesiona gravemente las garantías que demanda el proceso electoral. La solución negociada del conflicto armado debe ser una política de Estado y no una bandera de proselitismo electoral», concluye.