Dimitri Bulatov, líder de uno de los movimientos antigubernamentales que vienen exigiendo la renuncia del presidente Victor Yanukovich y la convocatoria a elecciones inmediatas, fue secuestrado hace ocho días y reapareció ayer con evidentes signos de tortura.
“Me crucificaron, me hicieron cortes en las orejas y la cara. Tengo heridas por todo el cuerpo, pero gracias a Dios estoy vivo”, dijo el activista de 35 años, y explicó que fue capturado por un grupo de desconocidos durante una protesta y lo torturaron durante todo el tiempo en que fue retenido.
Según el testimonio, los secuestradores crucificaron a Bulatov atravesando sus manos con algo afilado para colgarlo sobre vigas. También le produjeron tajos en distintas partes del cuerpo, para luego arrojarlo en un descampado cerca de Kiev. Este caso se suma al de Yuri Verbitski, otro activo militante opositor que el 22 de enero pasado fue hallado muerto en un bosque de la capital ucraniana con signos de tortura.
Por su parte, la Policía vigila la clínica donde se encuentra el activista, asegurando que lo hacen por su propia seguridad, mientras que la Justicia en Ucrania endurece su posición contra los adversarios del gobierno y abrió una investigación contra el activista Bulatov.
Además, el servicio secreto SBU investiga a la oposición por intento de golpe de Estado. Durante una batida en las oficinas del partido de la ex jefa de gobierno ahora encarcelada Julia Timoshenko se hallaron las pruebas correspondientes, aseguró Maxim Lenko, del SBU, en declaraciones a la televisión.
Los investigadores además ordenaron arresto domiciliario para Bulatov, quien afirma que unos desconocidos lo torturaron durante días. Los policías vigilan la clínica donde se encuentra el activista de 35 años asegurando que lo hacen por su propia seguridad, informaron hoy medios ucranianos.
La encargada de la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, se mostró profundamente preocupada por el caso del opositor ucraniano. Al margen de la Conferencia de Seguridad que se celebra en Múnich aseguró estar «indignada por el trato atroz y la tortura a Dmitri Bulatov, así como por las informaciones sobre los intentos de detenerlo cuando estaba en la cama del hospital».
Santa Fe con agencias
