Las autoridades de Antioquia ofrecieron este miércoles una recompensa de 20 millones de pesos por información que permita la captura de los responsables por la muerte del periodista Luis Carlos Cervantes, director de la emisora Morena F.M. del municipio de Tarazá (Antioquia).

La investigación del caso está a cargo del comandante de la Policía de Antioquia, general Gustavo Chavarro, y según dijo el Director de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino, “nos llama la atención que una vez se suspende esta protección individual que tenía, se haya producido el atentado”.

El oficial agregó que también se evalúa si había personas que sabían de sus desplazamientos. “Están frente a la investigación la Policía y la Fiscalía, estaremos indagando si hay personas que sabían de su desplazamientos y hay mucho para investigar, que nos permita esclarecer el crimen”, dijo el oficial.

El periodista perdió la vida este martes tras recibir varios impactos de bala por parte de desconocidos que lo abordaron cuando se disponía a recoger a su hijo en el colegio en zona urbana de Tarazá.

Cervantes había denunciado que el pasado 21 de julio, aproximadamente a las 7:10 de la noche, llegó un hombre a su casa para pedirle que transmitiera una información por la emisora que dirige y, ante su negativa, le dijo que estaban «cansados de verlo en Tarazá».

«Al día siguiente, (22 de julio), recibí un mensaje de texto en el que me decían que tenía dos horas para salir del municipio», dijo Cervantes.

El periodista salió de la zona el pasado 23 de julio y en diálogo con El Colombiano denunció en ese momento que había sido notificado del retiro de su esquema de protección.

Cervantes empezó a recibir amenazas en el año 2010 cuando trabajaba como corresponsal para Teleantioquia Noticias. Las intimidaciones tendrían origen, al parecer, en integrantes de la banda criminal de ‘los Urabeños’.

La Unidad Nacional de Protección explicó ayer que Luis Carlos Cervantes tuvo protección desde junio de 2012 hasta julio de 2014. “El desmonte se hizo en virtud del nivel de riesgo ordinario, ponderado por el Grupo de Valoración Preliminar”. Además, según la UNP, que las amenazas no tenían relación con su labor como periodista.