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Papa Francisco exhorta a la unión y a la paz de Corea para asegurar estabilidad mundial

PAPA FRANCISCO-COREA–Para construir un mundo mejor, más pacífico, justo y próspero, el progreso y el desarrollo debe ser no sólo económico sino también humano, promoviendo la justicia social, con atención especial a los pobres, a los más vulnerables y a los que no tienen voz , a su crecimiento humano y espiritual y tutelando el medio ambiente.

Las precisiones las hizo el Papa Francisco en su primer discurso en Corea del Sur, en desarrollo de una visita de 5 días, en donde, además, proclamó: “No nos desanimemos en impulsar esperanza, justicia, paz y unidad para Corea, la región y el mundo caso de guerras”.

El Pontífice alentó la democracia coreana y recordando a san Juan Pablo II, destacó el constante deseo de la comunidad católica coreana de participar plenamente en la vida del país.

Al efecto, señaló que la Iglesia desea contribuir a la educación de los jóvenes, la solidaridad con los pobres y los desfavorecidos y la formación de nuevas generaciones de ciudadanos dispuestos a ofrecer la sabiduría y la visión heredada de sus antepasados y nacida de su fe, para afrontar las grandes cuestiones políticas y sociales de la nación.

Consideró particularmente importante en este momento reflexionar sobre la necesidad de transmitir a nuestros jóvenes el don de la paz.

“Esta llamada—dijo– tiene una resonancia especial aquí en Corea, una tierra que ha sufrido durante tanto tiempo la ausencia de paz. Por mi parte, sólo puedo expresar mi reconocimiento por los esfuerzos hechos a favor de la reconciliación y la estabilidad en la península coreana, y animar estos esfuerzos, porque son el único camino seguro para una paz estable. La búsqueda de la paz por parte de Corea es una causa que nos preocupa especialmente, porque afecta a la estabilidad de toda la región y de todo el mundo, cansado de las guerras, puntualizó.

El Papa Francisco advirtió que “no se trata de olvidar las injusticias del pasado, sino de superarlas mediante el perdón, la tolerancia y la colaboración. Requiere además la voluntad de fijar y alcanzar metas ventajosas para todos, poner las bases para el respeto mutuo, para el entendimiento y la reconciliación. Me gustaría que todos nosotros podamos dedicarnos en estos días a la construcción de la paz, a la oración por la paz y a reforzar nuestra determinación de conseguirla”.

Como la mayor parte de los países desarrollados—continuó diciendo–, Corea afronta importantes problemas sociales, divisiones políticas, inequidades económicas y está preocupada por la protección responsable del medio ambiente. Es importante –subrayó– escuchar la voz de cada miembro de la sociedad y promover un espíritu de abierta comunicación, de diálogo y cooperación.

Dijo que también es importante prestar una atención especial a los pobres, a los más vulnerables y a los que no tienen voz, no sólo atendiendo a sus necesidades inmediatas, sino también promoviendo su crecimiento humano y espiritual.

“Estoy convencido de que la democracia coreana seguirá fortaleciéndose y que esta nación se pondrá a la cabeza en la globalización de la solidaridad, tan necesaria hoy: esa solidaridad que busca el desarrollo integral de todos los miembros de la familia humana”, concluyó.

Este viernes, solemnidad de la Asunción, el Papa Francisco se trasladará en helicóptero a Daejeon donde celebrará la santa misa en el World Cup Stadium. Posteriormente almorzará con los jóvenes en el Seminario Mayor y desde allí irá en helicóptero al santuario de Solmoe para encontrarse con los jóvenes del continente asiático, regresando a Seúl a última hora de la tarde.

El sábado, 16, visitará el santuario de los Mártires de Seo So mun y a las 10.00 presidirá la santa misa de beatificación de Paul Yun Ji-Chung y 123 compañeros mártires en la Puerta de Gwangwamun en Seúl. Acabada la ceremonia se trasladará, siempre en helicóptero, a Kkottongnae donde visitará la House of Hope (Casa de la Esperanza), un centro de recuperación para los discapacitados. Poco más tarde encontrará a las comunidades religiosas de Corea en el Training Center School of Love. A las 18,30 en el Centro de Espiritualidad, verá a los responsables del apostolado laicos para volver a Seúl alrededor de las 19.0

Haemi será el centro de la actividad del Papa el domingo 17, cuando se encuentre con los obispos de Asia en el santuario de esa localidad. Después de almorzar con los prelados, Francisco celebrará a las 16,30 la santa misa de clausura de la VI Jornada Mundial de la Juventud Asiática en el castillo de Haemi desde donde volará a Seúl.

El lunes, 18, el Papa empezará su último día en Corea encontrándose con los líderes religiosos en el palacio de la antigua curia de la archidiócesis de Seúl. A las 9,45 celebrará la santa misa por la paz y la reconciliación en la catedral de Myeong-dong. A las 12,45 en la base aérea de Seúl tendrá lugar la ceremonia de despedida y a las 13,00 emprenderá el vuelo de regreso a Roma.