La cantidad de cafeína depende de muchos factores, el principal es el tipo de café, puesto que existen principalmente dos variedades de café: la variedad Arábiga y la variedad Robusta, segundo el proceso de tostión, tercero el modo de preparación, todo lo anterior no solo hace que existan diferencias importantes en la cantidad de cafeína, sino también en otras sustancias que tiene el café como son diterpenos y el ácido clorogénico, que pueden tener efectos favorables o desfavorables en la parte cardiovascular.

La cafeína se encuentra en muchos productos, pero el café es el responsable del 71% de la cafeína de la dieta regular en los norteamericanos. Además, para ellos corresponde al 90% de los antioxidantes de la dieta, los cuales son elementos benéficos para el corazón.

La discusión se inició cuando Lacroix publicó un artículo en el “New England Journal of Medicine” en Octubre de 1986 y concluía que el consumo de café de más de 5 tasas/día incrementaba el riesgo cardiovascular y la incidencia de muerte súbita, desde esa fecha comenzaron a salir publicados muchos artículos de los efectos protectores o deletéreos del café en el sistema cardiovascular, algunos con problemas metodológicos importantes puesto que no especifican que variedad de café se usó, la cantidad de café, si este era filtrado o no, que grado de tostión tenía el café, etc., etc. Además muchas veces el consumo de café se asocia a otras variables como hábito de fumar, sedentarismo, poco consumo de frutas y verduras, que por sí solos son factores de riesgo importantes para enfermedad cardiovascular.

Se sabe que el café de Colombia es un tipo de café especial, de la variedad Arábiga, que tiene menos concentración de cafeína que la variedad Robusta y con mucho más ácido clorogénico que tiene efectos antioxidantes demostrados.

Efectos metabólicos del consumo de café:

Hasta hoy existen muchos datos contradictorios en las investigaciones acerca del efecto protector o deletéreo del café, se ha propuesto que por ser una bebida alta en antioxidantes disminuyen la oxidación del Colesterol LDL (malo) y por eso tiene efectos benéficos para el corazón, pero se ha dicho que puede aumentar el colesterol LDL (malo), la homocisteina, el ácido úrico, la presión arterial, todos estos son factores de riesgo para enfermedad cardiovascular.

Se ha demostrado que el efecto de aumentar el colesterol LDL está más en relación con los diterpenos que con la misma cafeína, además los diterpenos quedan atrapados en el filtro cuando se consume este tipo de café. Hasta hoy se concluye que un consumo moderado de café (menor de 6 tasas al día) no tiene ningún efecto a nivel de los lípidos sanguíneos.

Con respecto a la hipertensión arterial también se han publicado muchos trabajos, al principio se decía que incrementaba no solo la tensión arterial sistólica como también la diastólica, luego se demostró que principalmente era solo la tensión arterial sistólica, luego que solo se incrementa en los primeros tres días del consumo e inclusive que luego de los tres días iniciales puede disminuir la tensión arterial, en conclusión se ve que hay un aumento muy leve y transitorio de la tensión arterial sistólica pero el efecto no es sostenido debido a un fenómeno de tolerancia de los receptores, por lo tanto el “Joint National Committee of detection, evaluation and treatment of high blood pressure” afirma que la cafeína no está relacionada con la elevación persistente de la tensión arterial y no hay aumento de la incidencia con consumo moderado de café.

Con respecto a la Diabetes Mellitus se demostró que hay una disminución del riesgo de sufrirla entre el 28-35% si se consumen 6 o más tazas de café/día, lo anterior por los efectos antioxidantes, por la inhibición de la glucosa 6 fosfatasa a nivel hepático y por el aumento de los niveles de GLP1.

El consumo habitual de café en el período post infarto del miocardio fue asociado con un menor riesgo de la mortalidad total y cardíaca, por lo tanto no se debe restringir el consumo en el post infarto.

Con respecto a las arritmias cardíacas hay datos muy controvertidos, desde que las incrementan hasta que las previenen o mejoran, se sabe que al consumir café hay un incremento transitorio de la frecuencia cardíaca, asociado principalmente en no consumidores habituales de café y más en las mujeres, cosa que no se presenta en consumidores habituales de café, al contrario, en ellos se ha demostrado una disminución de la frecuencia cardíaca basal. En general no hay relación con arritmias originadas en las aurículas o en los ventrículos y no se ha demostrado efecto sobre la muerte súbita.

Algunos ensayos iniciales decían que había relación entre consumo de café y desencadenamiento de falla cardíaca, esto no ha sido consistente en relación a nuevos trabajos y se concluye que no hay mayor riesgo en este tópico específicamente.

Con respecto a enfermedad valvular cardíaca se ha demostrado que no hay mayor riesgo para empeorarla y que por el contrario se puede disminuir la progresión en la enfermedad aórtica valvular.

Conclusiones:

•El consumo de café filtrado no ha demostrado incremento en los niveles de Colesterol LDL (malo)
•En consumidores habituales de café, no se ha demostrado incrementos en la Tensión Arterial.
•El incremento de la Homocisteina (Factor de riesgo cardiovascular) tiene que ver más con los diterpenos que con la cafeína.
•Hay un factor protector para la aparición de Diabetes Mellitus tipo 2 con consumos altos de café
•No se debe hacer restricción del consumo de café a dosis habituales en el post infarto de miocardio.
•En la insuficiencia cardíaca, las arritmias y la enfermedad valvular no se ha demostrado relación directa con el consumo de café.