Gustavo Amado Alza, alias Gus, operaba en el barrio Alameda de la localidad Santafé, en Bogotá, en un inmueble conocido en el sector como “olla de puerta negra”, donde lideraba una organización dedicada al tráfico de estupefacientes a través de cápsulas farmacéuticas.

Por los ilícitos de fabricación, tráfico o porte de estupefacientes en concurso material y heterogéneo; fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones; concierto para delinquir agravado, y cohecho por dar y ofrecer; Gustavo Amado Alza fue condenado a la pena principal de 12 años, 8 meses de prisión y multa de 2.050 salarios mínimos legales mensuales vigentes, así como a la inhabilidad para el ejercicio de derecho y funciones públicas.

Así lo dispuso el Juzgado Séptimo Especializado de Bogotá, una vez avalado el preacuerdo establecido entre la defensa y la Fiscalía.

Según lo determinado por el ente investigador la estructura criminal efectuaba pagos a uniformados de la Policía asignados a esa localidad, situación que se estableció luego que en entrevista rendida por el hoy condenado se confirmó la existencia de la organización dedicada a la venta de estupefacientes con la activa participación de funcionarios adscritos a la Policía Nacional del cuadrante del sector del negocio.