Contraloría le pondrá la lupa a dineros destinados para el posconflicto
El Contralor General de la República, Edgardo Maya Villazón, anunció la implementación de auditorías especializadas que permitirán verificar que cada peso asignado por el Estado colombiano a los propósitos de paz se ejecute de manera oportuna, transparente y eficiente.
Dijo que va estar vigilante para que no haya malversación ni desviación de recursos, y estos se prioricen a favor de las víctimas y los más necesitados.
Según explicó, uno de los objetivos de estas auditorías especializadas es que las políticas públicas que se diseñen se incorporen criterios diferenciales que favorezcan a los más vulnerables: los niños y niñas, las mujeres, la población LGTB y las comunidades étnicas.
«Propenderé entonces porque la paz sea un motivo de máxima eficiencia en el gasto público y para que el sacrificio que necesariamente tendremos que hacer todos los colombianos para lograr superar por la vía negociada el conflicto, se traduzca en realizaciones objetivas que den paso a una paz sostenible, que afiance los cimientos de una verdadera democracia», dijo Maya Villazón.
El Contralor General de la República intervino en la Asamblea Nacional de Personeros, que tiene lugar en Valledupar (Cesar), donde renovó su compromiso de ejercer control sobre los recursos públicos destinados al proceso de paz y al diseño de políticas públicas para una eventual situación de posconflicto.
Reparación integral a víctimas
«Construir condiciones que en cada región supongan la materialización de garantías de no repetición y de reparación integral a víctimas individuales y colectivas, exige el diseño de políticas públicas consistentes con esos propósitos, dirigidas a erradicar las causas estructurales del conflicto, la desigualdad, la exclusión y la discriminación, la pobreza extrema y la ausencia o negación de oportunidades para la realización plena de los derechos fundamentales de toda la población», aseguró el Contralor Maya Villazón.
Consideró que esta tarea exige el diseño de estrategias específicas y pertinentes por parte de los órganos de control, los cuales están en la obligación de verificar, por ejemplo, que en la construcción de esas políticas públicas se garantice la participación efectiva y oportuna de los ciudadanos directamente afectados por ellas, tal como ordena la Constitución.
Dijo entonces que es necesario velar porque cada una de estas políticas públicas se oriente a la satisfacción de derechos fundamentales como la no discriminación, la educación, la salud, la infraestructura y el saneamiento básico, pues sólo así se podrán garantizar condiciones para todos sin distingo, una condición ineludible en el camino a la paz y la reconciliación.
Otra estrategia prioritaria que impondrá el Contralor Maya Villazón en su gestión es la lucha contra la corrupción: «Tendré como premisa fundamental de las funciones a mi cargo, que los recursos públicos son de todos y cada uno de nosotros y que como tales son sagrados», subrayó.
Para el Contralor, las causas de la violencia arraigada en Colombia son, entre otras, la exclusión, la pobreza y la desigualdad; y ellas a su vez encuentran origen en la corrupción galopante que carcome día a día los escasos recursos de la nación.
Justicia transicional
Sostuvo también que el propósito de acabar la guerra que ha cobrado miles de vidas, abre espacios en los que el país podrá recurrir a las herramientas propias de la justicia transicional, que –recalcó- no admite ni olvido ni impunidad, y que refuerza los reclamos de más verdad y justa reparación para las víctimas y sus familias.
«Conocer los alcances y limitaciones de ese tipo de procesos se nos impone con carácter urgente. Necesitamos, y la sociedad lo está pidiendo, más pedagogía, más información, y saber que nos enfrentamos con un modelo de justicia transicional. Conocer qué tipo de sacrificios tendremos que asumir si realmente queremos la paz, en qué aspectos no podemos declinar y a qué no podemos renunciar», agregó.
El Contralor Edgardo Maya Villazón sostuvo que no es viable construir la paz sino desde las regiones, desde los territorios que han sufrido los efectos devastadores de la guerra, desde las voces de las víctimas que estoicamente se quedaron a enfrentar a quienes sin razón los atacaban, o espantados tuvieron que huir a ciudades inhóspitas y que apenas hoy aceptan desde sus cómodos sofás que el país ha estado inmerso en la lógica perversa de la guerra.
«Esas regiones y sus poblaciones, requieren apoyo y acompañamiento de las instituciones, pues si es el Estado el que asume la responsabilidad de motivar y llevar adelante un proceso de paz, son sus representantes los llamados a orientarlo, a as