— Swissmedic, la agencia suiza reguladora de medicamentos, anunció este martes que autorizó una prueba de una vacuna experimental del ébola en el Hospital Universitario de Lausana.
En un comunicado, la agencia Swissmedic, con sede en Berna, indicó que la prueba, que se hará entre 120 voluntarios con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud, OMS, será la continuación de una serie iniciada en Estados Unidos, Gran Bretaña y Mali, empleando una vacuna basada en adenovirus de chimpancés modificados genéticamente.
La vacuna experimental se administrará primero en voluntarios sanos que se enviarán como personal médico para combatir la pandemia de ébola en el África occidental.
Hasta el momento, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, hay dos vacunas para probar, una de las cuales es la que va a experimentar Swissmedic.
Esta es una vacuna codesarrollada por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y GlaxoSmithKline, que fue financiada por la empresa, su fondo de beneficencia y fondos de los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña.
GSK informó que a finales de 2015 podría fabricar alrededor de 1 millón de dosis de su vacuna al mes.
La otra vacuna es producida por la farmacéutica estadounidense, NewLink Genetics, y fue desarrollada inicialmente por la Agencia Pública de Salud de Canadá.
Fue enviada al instituto de investigación Walter Reed Army de Estados Unidos para probarla en voluntarios sanos y se espera que los primeros resultados preliminares seguros lleguen en diciembre.
LA ONU
De otro lado, el responsable de la Misión de la ONU para la Respuesta de Emergencia al Ébola (UNMEER), Anthony Banbury, concluyó este fin de semana una serie de reuniones con los presidentes de Guinea, Liberia y Sierra Leona acerca de la crisis del Ébola.
Banbury presentó a esos mandatarios un robusto plan operativo de ayuda internacional para ser adaptado en los países más afectados por la enfermedad.
El plan servirá de guía a todas las agencias de Naciones Unidas, fondos y programas y será la base para el manejo de la crisis por parte de la ONU, así como para relacionarse con sus contrapartes de organizaciones internacionales.
El plan fue desarrollado la semana pasada en un encuentro de alto nivel entre funcionarios de la ONU y sus socios internacionales como el Banco Mundial, el Centro para el Control de Enfermedades y Prevención y el Departamento Británico para el Desarrollo Internacional.
