Farc insisten en reclamar cese del fuego; Timochenko dice que negociaciones no podrán reanudarse asi no mas
–Las Farc reclamaron por enésima vez un cese bilateral del fuego y un armisticio para continuar las conversaciones de paz en La Habana, pero le advirtieron al presidente Juan Manuel Santos que los diálogos no podrán reanudarse “asi no mas” y que para ello “habrá que hacer diversas consideraciones”.
Las precisiones las hizo a través de su máximo cabecilla Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timoleón Jiménez o “Timochenko” en un escrito que titula “Seamos serios, Santos”, en el que señala que “el Presidente, con su suspensión, tumbó el tablero donde jugábamos la partida, destruyó la confianza. Las cosas no podrán reanudarse así no más, habrá que hacer diversas consideraciones”.
Además considera que lo que hace insostenible las negociaciones “es que el Presidente se siga ufanando de matar y matar, mientras obra con histeria porque se le responde con dignidad”.
“Poner como condición para reanudar un proceso suspendido arbitrariamente, que la contraparte haga rápida entrega de sus prisioneros de guerra, equivale a un secuestro del proceso de paz por el Presidente y responder como lo ha hecho a sus críticos, que ponen de relieve la importancia de concertar un cese bilateral de fuegos para evitar ese tipo de sobresaltos, pone de manifiesto que el proceso de paz no es más que un simple instrumento en una estrategia final de guerra”, añade.
Advierte “Timochenko” que si el presidente Santos insiste en un rescate por la fuerza, quizás precipitará una desgracia que ninguno desea. “Esa es la verdadera catadura del régimen. No hay que llamarse a engaños, Santos juega a lo mismo”, precisa.
Igualmente señala que “como sucede con la Mesa y el Proceso, Santos pacta los protocolos, pero insiste en arrebatar por la fuerza los prisioneros, obstaculizando objetivamente el cumplimiento de aquellos”.
Añade que allí las Farc centran “el núcleo del proceso de paz” y puntualiaza: “Desmontemos todas las formas de violencia política en nuestro país. La oficial y la insurgente. Reconozcamos las responsabilidades que quepan por ellas, ante el mundo, la nación y las víctimas. Hagamos hasta lo imposible por resarcir estas últimas. Pero abramos definitivamente las puertas al ejercicio de la oposición política a todas las corrientes, con plenas garantías, sin excluir a ninguno, pacífica y legalmente”.
Afirma que una sola idea parece obsesionar al presidente Santos… “rendir la insurgencia, obligarla al desarme, la entrega y la desmovilización. Es el único resultado que para él cabe asimilar con la paz. La Mesa de La Habana se revela así para el gobierno nacional, como el escenario que facilitará la mecánica ordenada de la admisión de su derrota por parte de la guerrilla de las Farc”
Rechaza que se insista en reclamar a las Farc “gestos contundentes” que demuestren su voluntad de reconciliación, “como si fuera poca cosa haber recibido al enviado del Presidente, después que nos insulta públicamente y suspende el proceso de paz en violación abierta a lo acordado. Como si no valiera nada haber continuado conversando pese a que el Presidente ordenó el asesinato de nuestro Comandante Alfonso Cano. Gestos de paz. Lo que se hace insostenible es que el Presidente se siga ufanando de matar y matar, mientras obra con histeria porque se le responde con dignidad. Seamos serios, Santos”, concluye Timochenko-
En forma separa Jesus Santrich, uno de los negociadores de las Farc en La Habana, señala en otro escrito que “las conversaciones deben seguir y ojalá de mejor manera, por eso compartimos con el llamado que desde Santa Marta hace Humberto de la Calle, jefe del equipo de paz de Santos, cuando plantea la necesidad de desescalar el conflicto colombiano”.
“Creemos cómo él –continúa diciendo–, que es momento de tomar decisiones, que hacen falta pruebas concretas, muestras reales de paz, gestos…, y que tenemos que movernos en esa dirección. Pero pensamos que todo esto, ahora es más deber del gobierno que de las Farc, y que la mejor y más efectiva señal de avance sería sin duda, que pactemos el armisticio, el cese bilateral de fuegos y hostilidades, tal como lo reclaman las mayorías en nuestro país.
Señala que “un paso de conveniencia nacional para transitar hacia La Paz es el de firmar un armisticio, entonces ¿por qué no concretarlo?, ¿cuántas muertes y penas nos estaríamos evitando? ¿O por qué no convenir al menos algunas medidas de regulación y de humanización del conflicto, que permitan soluciones rápidas a casos de prisioneros, o atención adecuada a varios de los nuestros que están en cárceles del régimen en lamentables condiciones de salud y de hacinamiento? Mucho se puede hacer disponiendo de voluntad política y buen juicio. Pero ese argumento torpe de no darle viabilidad al cese de fuegos porque hacerlo le serviría a la guerrilla para fortalecerse; esa y las demás tonterías que ha dicho Santos recientemente en Santa Marta para justificar su negativa a la tregua”, concluye.
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