La ciudad de Marruecos se suma a Sofía, Liverpool, Basilea y otras de la geografía española que han conquistado los blancos en su récord ‘personal’ de 21 triunfos consecutivos.
Clave fue adelantarse pronto, justo cuando se cumplía el primer cuarto de hora, ante un Cruz Azul que salió con la clara intención de dar el balón al Real Madrid y esperar su oportunidad al contragolpe. El laboratorio de Ancelotti fue de nuevo eficaz, aunque el primer tanto del encuentro pudo llegar en el 11’ si Benzema no se hubiese encontrado con el poste en un remate desde la frontal. Kroos sacó la falta y Sergio Ramos, como ya hiciera en Múnich o en la final de la Décima, volvió a dejar constancia de que es uno de los mejores especialistas del mundo en los balones aéreos.
La ventaja se amplió en el 36’, con gol de Benzema, que remató a placer desde el punto de penalti, pero gran parte del mérito lo tuvo Carvajal. Espectacular la jugada del canterano, que se marchó de tres rivales antes de poner una asistencia medida al francés.
El cruz Azul dejó escapar una gran oportunidad en el tiro desde el punto penal algo que no le sirvió para el resto del partido, y en cambio aprovechó el equipo merengue.
El Real Madrid reaccionó tras el descanso y poco tardó en dejar constancia de que había venido hasta Marruecos para ser campeón del mundo. Sólo necesitó cinco minutos. Benzema controló de espaldas, cedió el esférico al espacio a la carrera de Cristiano Ronaldo y Bale, en el segundo palo, lo llevó a la red con la cabeza tras el centro del portugués con la izquierda.
Partido resuelto y por delante prácticamente una parte completa para disfrutar. En el minuto 62, un fulgurante contragolpe mereció el gol como final. Benzema vio el desmarque de Bale y el centro del galés fue rematado con un espectacular recurso de Cristiano Ronaldo de rabona en carrera.
El broche de oro lo puso Isco, que marcó el cuarto en el 76’ tras una preciosa maniobra en la que se deshizo de dos rivales con un recorte.
Con información de realmadrid.com