La excontralora Sandra Morelli Rico, quien se encuentra asilada en Italia, por aducir falta de garantías ante el proceso que se le sigue por presuntas irregularidades en el contrato de arrendamiento de la nueva sede de La Controlaría en capital, explicó que firmó las cláusulas y condiciones del documento, porque a futuro deseaba comprar el bien inmueble. Además dijo que el actual contralor, Edgardo Maya, conocía los términos de la relación contractual.

Morelli explicó que “había una serie de economía en escala muy importante”, y añadió que el pago del arriendo debía contabilizarse como una inversión para comprar a futuro un contrato bajo la modalidad de leasing”. “Yo lo hablé con el presidente Santos. Estuvo totalmente de acuerdo”, dijo Morelli.

“Si usted no compra sencillamente no hizo la inversión, como está pasando ahora (…) Si lo compraba se volvía inversión. Esa es la salida lógica de un negocio complejo donde todo estaba hecho para beneficiar a la Nación”, declaró.

Sandra Morelli, denunció que detrás de los que sucede con la sede del órgano de control hay una “conspiración” para que “no haya control fiscal” (…) Y añadió que lo que se busca es el beneficio de un ‘status quo’, es decir, “que se hagan adelanten acciones sin cumplir las condiciones que impone la Contraloría”.

Dijo que el Contralor Edgardo Maya, conocía los términos del contrato, “se le informó en detalle, se le planteó que si se hacía la prórroga, que si no se hacía, que si se hacía el leasing, se le planteó todos los escenarios, es más a él y a los demás candidatos a la Contraloría los invité para hablarles de esto y de otros contratos que se hacían”, añadió la excontralora.

“De la noche a la mañana, los mismos asesores que redactaron esa cláusula en la Contraloría como asesores míos ahora presentan demanda ante el tribunal de arbitramento diciendo que es ilegal y tiene objeto ilícito. Eso responde a un libreto porque uno no puede tener conceptos jurídicos tan encontrados y tan distintos”, enfatizó.

Finalmente Sandra Morelli dijo que, el Contralor Edgardo Maya tuvo suficiente tiempo “para prever las consecuencias de no prorrogar el contrato de la sede”.

Entrevista concedida a la W Radio.