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Como un «castigo justo para los belicistas estadounidenses», califica NorCorea ataque a embajador de EEUU

SKOREA-US-DIPLOMACY-AMBASSADOR-ATTACK–Corea del Norte aplaudió el ataque perpetrado con cuchillo contra el embajador de Estados Unidos en Corea del Sur Mark Lippert, y lo calificó como «un castigo justo para los belicistas estadounidenses».

Según un comunicado difundido por la agencia de noticias oficial KCNA, NorCorea considera este hecho como «una muestra de la resistencia» de la sociedad surcoreana a la «crisis de guerra provocada por los ejercicios militares conjuntos» de Seúl y Washington.

Añade que el ataque fue un «castigo» por la decisión de Estados Unidos de seguir adelante con las maniobras militares conjuntas con Corea del Sur, que comenzaron el lunes y movilizaron a miles de tropas estadounidenses y surcoreanas.

A su turno, la presidenta surcoreana Park Geun-hye rechazó la agresión al embajador norteamericano y señaló que «estos hechos son intolerables porque no se trata sólo de una agresión física contra el embajador Lippert, sino contra la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos».

La presidenta Park también fue víctima de un ataque con arma blanca durante la campaña electoral en 2006 y su agresor fue condenado a diez años de cárcel por intento de homicidio.

El embajador de Estados Unidos en Seúl, Mark Lippert, de 42 años, sufrió heridas en la cara y en una mano por la agresión con un cuchillo y tuvo que ser trasladado a un hospital cercano donde fue operado con éxito y se encuentra «estable», aunque deberá permanecer en observación dos o tres días en el centro asistencial, de acuerdo con el parte médico.

El atacante, que fue identificado como Kim Ki-jong, de 55 años, agredió al diplomático estadounidense con un cuchillo de cocina de unos 25 centímetros cuando participaba en una reunión en el instituto cultural Sejong, en el centro de la capital.

Kim Ki-jong, quien fue capturado, dirige un movimiento nacionalista que organiza regularmente manifestaciones contra las pretensiones territoriales de Japón sobre un grupo de islas controladas por Corea del Sur.

En 2010 fue condenado por arrojar una piedra al embajador de Japón en Seúl,

Según fuentes de inteligencia surcoreana citadas por la Agencia Yonhap, el sujeto viajó seis veces a Corea del Norte entre 2006 y 2007, y quiso erigir un monumento en memoria de Kim Jong-Il en Seúl tras su muerte en 2011.