Este miércoles la Mesa de Derechos Humanos del Valle de Aburrá denunció una nueva modalidad e extorsión conocida como “la pescadora”. Gracias a unos audios, se evidencia como un supuesto comandante de la banda criminal “los Urabeños” le exige a una administradora de una empresa dos millones de pesos por no atentar contra la vida de sus familiares.

“Hoy lunes 25 de mayo del año del 2015 le hago este llamado para que, amablemente, usted me asista a una reunión que le he convocado para hoy a las 6:30 de la tarde en la comuna 13 (…). La seguridad para usted y para su familia corre de nuestra cuenta”, se escucha inicialmente al supuesto cabecilla de “los Urabeños”, el cual se identifica como Roberto Vargas Cifuentes.

El supuesto paramilitar saluda a la comerciante y le hace llegar un “caluroso y cordial saludo” para luego exigirle dos millones de pesos. La mujer dice no ser la dueña de la empresa y rompe en llanto, el supuesto cabecilla enojado la declara objetivo militar.

“Bueno señora, veo que usted este llamado lo toma como un saboteo (…). En este momento la declaro objetivo militar plan pistola. Cuando le mande a matar dos familiares vuelvo y la llamo”, afirma el sujeto en la llamada.

Según las autoridades, esta modalidad hace parte de una de las muchas extorsiones que a diario se hacen en la ciudad de Medellín a nombre de las bandas criminales, combos y guerrillas, donde le exigen millonarias sumas de dinero a comerciantes a cambio de no asesinar a sus familiares o atentar contra sus vidas.

“Aquí todo mundo colabora, todo mundo contribuye. A usted se le está pidiendo que nos colabore con dos millones de pesos en material de comunicación para mis muchachos de la red urbana. Es una obligación colaborar con el llamado”, se escucha en la conversación.

De acuerdo con el vicealcalde de Seguridad y Gobernabilidad, Luis Fernando Suárez, este audio está circulando desde la semana pasada por las redes sociales y ya está en manos del Gaula, el cual hizo la valoración y hará la intervención de estas líneas para dar con los responsables de estas extorsiones realizadas desde las cárceles.

“Gaula evidenció que es esta llamada es de tipo carcelario. Ya se están procesando esos números para identificar desde dónde se están realizando. Hay veces que ocurre que estas llamadas ni siquiera se generan en Medellín, hemos tenido casos de extorsiones hechos desde cárcel La Picaleña, en Ibagué”, afirmó Suárez al diario El Colombiano.

A lo anterior, agregó: “No hay riesgo en este tipo de llamadas. No ha pasado todavía que maten a alguien después de este tipo de llamadas. Porque entendemos que la llamada es muy intimidante, el tono de voz del tipo y la gente se muere de miedo. El mensaje es desconfiar de esas llamadas, inmediatamente hay que colgar el teléfono y denunciar. Las personas creen y consignan en una cuenta o envían un giro y terminan extorsionados”.

Finalmente, Suarez hizo un llamado a las cárceles para que los reclusos no puedan ingresar celulares y hacer este tipo de extorsiones. Así mismo, indicó que aunque en la cárcel El Pedregal hay bloqueadores de telefonía celular están esperando la ubicación de otros bloqueadores en Bellavista.