Angie Barlow, una mujer británica la cual comenzó a perder varios de sus dientes y por lo cual se apenaba de hablarle incluso a su hijo, pero a la vez le daba pánico ir al dentista y decidió usar pegamento para colocar los dientes en su lugar.

La mujer de 48 años al parecer sufre de un trauma luego de la muerte de su madre, “Siempre tuve miedo de los dentistas porque mi madre murió a los 34 años de un cáncer de garganta. Se le cayó un diente y así descubrieron que tenía cáncer”, informa Mirror.co.uk.

Según los dentistas, fumar podría haber hecho que los dientes de Angie se empezaran a caer y terminara recurriendo al pegamento para fijarlos.
Angie estaba tan avergonzada de su boca que se convirtió en una reclusa. “Incluso frente a mi hijo, me daba vergüenza sentarme y tener una conversación con él. Volvía la cabeza al hablar con él. La mitad del tiempo hablaba con la mano delante de la boca”.

Le quitaron la mayoría de los dientes y le pusieron pernos de titanio en el cráneo para atornillarle la dentadura postiza. El resultado de la operación, que duró más de tres horas, fulminó los miedos de Barlow, quien pudo sonreír a la vida.

La mujer se vio obligada a gastar los ahorros de su vida para poder recuperar su sonrisa. Pero el resultado ha dejado a Angie maravillada: «Me siento increíble. Ya no pongo las manos sobre mi boca ni siento vergüenza».