Hillary Clinton, precandidata demócrata a la presidencia de EE.UU. pidió al Congreso estadounidense que acabe con el embargo a Cuba «para siempre», pues considera que la medida ayuda a mantener a la isla aislada y a mantener fortalecido al régimen castrista.
El embargo contra Cuba vigente desde 1962 debe acabar «de una vez por todas», afirmó este viernes la precandidata demócrata a la Casa Blanca y exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, en Miami, bastión de la comunidad cubana en Estados Unidos.
Clinton aseguró que, si gana las elecciones presidenciales de 2016, hará uso de sus poderes ejecutivos para permitir un mayor «compromiso» con la isla.
Clinton dijo que en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos se decidirá si continúa la política de acercamiento iniciada por el gobierno de Barack Obama, de quien fuera su encargada de la diplomacia, o, de ganar los republicanos, se vuelve a la «política fracasada» de aislar a la isla.
La candidata, quien ya había mostrado anteriormente su rechazo al embargo, instó directamente al liderazgo republicano en el Congreso a «escuchar los pedidos de los cubanos» y revertir las sanciones contra Cuba, al afirmar que algunos miembros del partido opositor se han dado cuenta de «la urgencia de avanzar».
Los cubanos «quieren comprar nuestros productos, leer nuestros libros, navegar nuestras páginas web y aprender de nuestra gente. Quieren impulsar a su país al siglo XXI», dijo ante unas 300 personas. «Estamos en un momento decisivo», agregó.
Pese a que el gobierno de Obama relajó restricciones para algunas transacciones y los viajes de estadounidenses a Cuba, el comercio y el turismo a la isla siguen estando impedidos por el embargo, que solo puede ser levantado por el Congreso estadounidense, controlado por la oposición republicana.
La precandidata demócrata a la Presidencia dijo que este mayor «compromiso» con la isla no es un «regalo» a Fidel y Raúl Castro, sino una «amenaza» al régimen.