Con gran asombro y angustia, un valiente héroe de la Policía China, logró rescatar con vida a una recién nacida que fue abandonada por su madre dentro de un inodoro. El bebé acababa de nacer cuando fue rescatado.
El pequeño fue llevado al hospital, donde se recupera. Fueron los vecinos los que pidieron ayuda, al oír llorar al niño en un baño de acceso común en un edificio de Pujiang, provincia oriental de Zhejiang.
La policía logró encontrar a la madre, que “llora y lamenta mucho” haber abandonado al bebé, según un portavoz. El diario “Dushi Kuaibao” cita a un agente que aseguró que fue un intento por matar al niño, pero tras la aparición de la madre la policía se limitó a decir que el caso se sigue investigando.
Los bomberos removieron desde el piso inferior la parte del caño en la que estaba el bebé, atrapado cabeza abajo.
Trataron sin éxito de tirar del niño para sacarlo, por lo que se llevaron el trozo de cañería entero al hospital, donde después de dos horas los médicos consiguieron liberarlo serruchando el tubo, de 10 centímetros de diámetro. El pequeño, un varón de 2,3 kilos, fue introducido en una incubadora.
Con la política de un solo hijo aprobada en China a finales de los 70, la preferencia tradicional por los varones provoca muchos abortos selectivos de niñas y a veces el abandono o venta de las pequeñas. Es menos común que sean abandonados los varones.