La Policía Nacional confirmó la muerte de 15 de los 17 uniformados que viajaban en el helicoptero BlackHawk, que al parecer y según la hipótesis que manejan hasta el momento las autoridades, habría sido impactado desde tierra, lo que obligó al piloto de la nave a hacer un aterrizaje de emergencia. Sin embargo, no se descarta que el siniestro haya sido por una falla técnica.

A través de un comunicado emitido por la institución, se confirmó también, que los militares iban a realizar una operación dentro de la ofensiva denominada Agamenón, contra el «Clan Úsuga», en la que se capturaría al segundo cabecilla de esta banda criminal.

En la aeronave viajaban los patrulleros Jesús Antonio Polo; Enrique Escobar Ubaldo; Wilson Reyes Martínez; Déiner Montaña Franco; Norberto Cáceres Bautista; Juan Carlos Mesa Patiño; Eider Correa Jiménez; e Iván Díaz Santiago. También figuran los capitanes Jhon Palacios y Hernando Guzmán Ovalle. El listado lo completan el patrullero Góngora, el subintendente Cruz y otros cuatro uniformados más.

«Uno de los heridos se encuentra en estado muy crítico: tiene quemaduras en el 50 por ciento de su área corporal, una fractura de fémur y está siendo intervenido quirúrgicamente en este momento», informó Janeth Cristina Castaño, médica de la Clínica Panamericana, en Apartadó. Y añadió que: «El otro paciente, tiene quemaduras en el 20 por ciento de su cuerpo y fractura en la tibia, está estable».

Este hecho se suma a la tragedia de la semana anterior, cuando 11 integrantes de la Fuerz Aérea Colombiana murieron luego de que la aeronave en la que viajaran se cayera.