Eln: Alias “el iguano” arrasa a «los urabeños» y a «los rastrojos» y controla tráfico de drogas hacia Venezuela
–La guerrilla del Eln salvó sus responsabilidad en el tráfico de drogas y la violencia que se registra en la frontera con Venezuela, entre los departamentos de Guajira y Norte de Santander, y señaló que la zona está bajo el control del cabecilla paramilitar alias «el iguano», quien está «arrasando a las bandas rivales» de «los urabeños» y «los rastrojos», en una guerra que, afirma, «deja en el último mes más de 35 muertos».
Jorge Iván Laverde Zapata, alias «el iguano», comandó el llamado frente fronteras del bloque Catatumbo de las autodefensas y saltó a la «fama» por confesar que había ordenado asesinar a unas 4 mil personas y que utilizó un horno crematorio para desaparecer a sus víctimas. Además afirmó haber ejecutado él mismo a cerca de 170 personas.
Como se desmovilizó y se acogió a la ley de justicia y paz, alias «el iguano» fue condenado a la máxima pena de 8 años de cárcel en el 2010 y salió en libertad al cumplirla.
Según el grupo guerrillero Eln, «los 2.219 kilómetros de frontera colombo venezolana son un territorio en disputa con el paramilitarismo colombiano de extrema derecha, quien desde la época de la presidencia de Uribe (2002-2010), la han intentado copar para instalar allí sus mafias de narcotráfico, contrabando a gran escala, robo de vehículos, etc. Además de ser un arma de agresión contra los programas del Gobierno Bolivariano».
Las afirmaciones están consignadas en un escrito titulado «Los problemas entre pueblos hermanos» publicado en la web del reducto guerrillero a propósito de la crisis humanitaria que se registra en la frontera, a la cual no hace referencia sino que defiende tácitamente las medidas ordenadas por el presidente Nicolás Maduro.
Al efecto señala: «El operativo de la Fuerza Armada Bolivariana que está desarrollando en la frontera con Colombia, está en su legítimo derecho de proteger la soberanía venezolana; acción que no puede desviarse hacia crear xenofobia ni para enemistar a dos pueblos hermanos, como el colombiano y el venezolano».
En principio habla que Venezuela históricamente ha tenido una economía basada en la renta petrolera, con la que sostiene amplios subsidios a la población, que con la Revolución Bolivariana se han multiplicado y con ellos, las olas migratorias, sobretodo de Colombia, generando, entre otras cosas, el contrabando.
Añade que «en los últimos años, el contrabando de bienes venezolanos se ha recrudecido, como parte de los planes de desestabilización conducidos desde el Ministerio de guerra de los Estados Unidos; donde los paramilitares colombianos han controlado a sangre y fuego este lucrativo negocio».
Además señala que «el paramilitarismo colombiano y el gobierno de los EEUU han incentivado para que Venezuela sea usada como ruta de narcóticos producidos en Colombia» y agrega que esta «conspiración» «en la última década ha lesionado a la sociedad venezolana».
Según el Eln «la realidad demuestra que hay una minoría de colombianos que son peones del plan de guerra imperialista. Pero la guerra mediática trata de vender la imagen que los colombianos rechazan la Revolución Bolivariana, habría que examinarlos en la realidad y no darlo por hecho».
Finalmente en el escrito el Eln concluye diciendo:
«El operativo de la Fuerza Armada Bolivariana que está desarrollando en la frontera con Colombia, está en su legítimo derecho de proteger la soberanía venezolana; acción que no puede desviarse hacia crear xenofobia ni para enemistar a dos pueblos hermanos, como el colombiano y el venezolano. Saludamos que los problemas entre pueblos hermanos se resuelvan por medio del diálogo y los acuerdos; en el espíritu de hacer del continente un territorio de paz».
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