–Dos de los diarios más influyentes de los Estados Unidos, The New York Times y The Washington Post censuran este martes al presidente Nicolás Maduro por las decisiones que ha adoptado en la frontera con Colombia y además, coinciden en advertir que son consecuencia de la caída de la popularidad del mandatario y su desespero por la eventualidad de perder las elecciones previstas para diciembre, así como un intento para desviar la atención de los venezolanos frente a los graves problemas económicos que enfrentan.

The New Yok Times en un editorial que titula “Venezuela manufactura disputa con Colombia”, destaca la sensatez de Colombia y califica de “payasadas” las decisiones que ha adoptado Nicolás Maduro de cerrar la frontera y ordenar una redada masiva contra los colombianos.

A su turno, The Washington Post, también en nota editorial, considera «cínicas» las provocaciones del mandatario venezolano para con el gobierno colombiano.

The New York Times afirma que no hay crisis que requieren estas medidas extraordinarias a lo largo de la frontera, «donde los colombianos y venezolanos han convivido amigablemente a través de los buenos y malos momentos”.

Considera que todo es “falso” y que se trata «de una crisis fabricada por un presidente cada vez más impopular que está desesperado para reforzar el apoyo de su partido antes de las elecciones parlamentarias previstas para el mes de diciembre».

Según el prestigioso diario norteamericano, Maduro ha optado por desviar la atención de los problemas del país recogiendo peleas innecesarias con sus vecinos y al efecto destaca que reavivó una disputa territorial con Guyana después de enterarse de que Exxon Mobil había descubierto reservas de petróleo en alta mar en aguas de Guyana, afirmando el derecho a la mayor cantidad de dos tercios de Guyana, un pequeño país de cerca de 800.000 personas.

Agrega que ahora Maduro volvió su atención a su frontera occidental, “donde sus payasadas han interrumpido un importante corredor comercial, separa familias y desplazadas cientos de personas de sus hogares”.

Mientras tanto, subraya, las fuerzas de seguridad venezolanas comenzaron a buscar casa en casa a los colombianos que el gobierno afirma estaban en el país sin autorización, cientos de colombianos huyeron a pie a través de la frontera, algunos a través de un río fangoso, llevando unas pocas pertenencias encima.

El New York Times destaca la sensatez de las autoridades colombianas que se han abstenido de desatar “ una guerra de palabras que podrían aumentar el fervor nacionalista en Venezuela y que por su parte Maduro, ha sido característicamente simplista”.

Al efecto cita que la semana pasada la televisión venezolana mostró a Maduro press de hombros en una máquina de un gimnasio que parecía demasiado pequeña para su cuerpo fornido.

“Sonriendo ampliamente, desafió a un destacado político colombiano a una pelea a puñetazos”, en referencia al expresidente Alvaro Uribe Vélez y concluye: El señor Maduro debe centrarse en la lucha real en la mano: en las urnas. Alienar aún más a sus vecinos sólo se profundizará muchos problemas de Venezuela”.

EL POST

The Washington Post en su editorial, que titula “Venezuela fabrica una disputa con la vecina Colombia”, resalta la reacción moderada del “gobierno colombiano democrático de Juan Manuel Santos”, frente a “la provocación cínica” de Nicolás Maduro.

El editorialista comienza reseñando que “con la inflación y la delincuencia violenta” en alza, el gobierno populista de Venezuela parece encaminarse hacia una gran derrota en legislativas elecciones previstas para diciembre, si el voto es libre y justo.

Así que –subraya–no es ninguna sorpresa que el presidente Nicolás Maduro está recurriendo a los ataques a la oposición y las manipulaciones del sistema electoral que han sido un elemento básico del régimen creado por el fallecido Hugo Chávez. Un número de líderes de la oposición han sido prohibidos de participar en las elecciones, los distritos se han rediseñado y la Corte Suprema controlada por el gobierno reemplazado a los líderes de un partido de oposición con sus propios candidatos.

Luego dice que ahora Maduro ha recurrido a provocar una crisis con el vecino de Venezuela, Colombia, en referencia al estado de emergencia que declaró a lo largo de parte de la frontera, alegando que un ataque contra una patrulla de Venezuela había sido llevada a cabo por los paramilitares colombianos a instancias del ex presidente Álvaro Uribe.

Esta acusación absurda proporcionó el pretexto para una represión que ha visto a soldados venezolanos expulsan unos 1.000 migrantes colombianos a través de la frontera y demoler casas en una ciudad fronteriza. Otros 9.000 colombianos se informa, han huido de Venezuela, creando una situación de emergencia humanitaria.

A medida que estas personas pobres y desesperados han tratado de rescatar a sus hogares y posesiones, el Sr. Maduro ha utilizado escenario de manifestaciones en la lejana Caracas para pregonar lo que él llama «un plan de liberación y la soberanía en nuestra frontera».

En realidad, la ilegalidad y el contrabando son moneda corriente a lo largo de la frontera Colombo-Venezolana – pero el problema ha sido causado no por los colombianos sino por las políticas económicas desastrosas del gobierno de Maduro”, precisa el diario estadounidense.

El Post señalas que “tristemente, la Organización de los Estados Americanos ha demostrado ser incapaz de hacer frente a este atropello” y agrega que aliados de Venezuela, incluidos los países del Caribe, que se han beneficiado con el suministro de combustible con descuento, bloquearon el una moción para convocar a una reunión de ministros de Relaciones Exteriores para tratar el tema de las expulsiones de colombianos.

Además el periódico critica la posición del gobierno del presidente Barack Obama, que por haber iniciado un diálogo diplomático con el gobierno de Maduro, “se ha limitado a una expresión tibia de «preocupación» por la «degradación de la situación humanitaria.»

Afortunadamente—puntualiza–, el gobierno democrático de Juan Manuel Santos, al reconocer la acción del Sr. Maduro por la provocación cínica que es, ha reaccionado con moderación mientras se busca ayudar a los migrantes.

Sin embargo, el editorialista considera poco probable que sean las últimas víctimas de un régimen incapaz de solucionar el grave problema económico y que acelera las expulsiones de colombianos y concluye haciendo alusión al juicio del líder opositor Leopoldo López que concluirá este viernes y destaca que los fiscales del gobierno han propuesto una pena de hasta 13 años por cargos descaradamente falsos.

Al respecto, reclama una respuesta significativa de los Estados Unidos y los gobiernos democráticos de América Latina frente al régimen Maduro, incluyendo sanciones contra todos los funcionarios involucrados en el juicio.