Después de las declaraciones dadas por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la CIDH, con las que afirman que los 43 estudiantes normalistas de la escuela rural de Ayotzinapa, Mexico desaparecidos en septiembre del 2014 y halladas muertos, fueron incinerados en basurero, la fiscalía mexicana rechazó el peritaje echo por la entidad e insistió este lunes en que un número «importante» de los estudiantes “fueron asesinados e incinerados en un basurero”.
«Nosotros estamos seguros de lo que pasó», se trató de «un gran incendio» en el que fueron «quemados un grupo importante, sin poder afirmar que fueron los 43, pero sí un grupo importante de estudiantes», dijo a Imagen Radio, Tomás Zerón, director de la Agencia de Investigación Criminal de la fiscalía general.
En otra entrevista radiofónica, Zerón había dado a entender que la totalidad de los 43 estudiantes fueron incinerados en el basurero de la zona, pero en la segunda entrevista aclaró sus palabras, e insistió en que el basurero fue el escenario de la cremación masiva.
«Lo tenemos tan sustentado (…) los peritajes realizados por los expertos de la Procuraduría General de la República que obran en los expedientes son contundentes», enfatizó Zerón.
Las declaraciones del funcionario se producen un día después de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la CIDH desmontara la versión oficial de los hechos en un informe sobre este crimen que conmocionó al mundo y generó fuertes críticas al gobierno de Enrique Peña Nieto.
Tras seis meses investigando el caso, el GIEI dijo que «no existe ninguna evidencia que apoye la hipótesis generada en base a testimonios» de que 43 cuerpos fueron cremados durante unas 14 o 16 horas en el basurero de Cocula (Guerrero, sur), una comunidad cercana a Iguala, donde los jóvenes desaparecieron el 26 de septiembre del año pasado.
En base a las conclusiones del reconocido perito peruano José Torero, los expertos de la CIDH sostienen que el fuego tendría que haber durado al menos 60 horas y habría requerido 30 toneladas de madera y 13 de neumáticos, de lo que no existe rastro científico en el lugar.