Este jueves la Corte Suprema de Justicia resolvió dejar en firme la condena contra 140 militares por el caso de una guaca de las Farc que, hace 12 años, se encontraron estos uniformados en el Caquetá.

Entre los condenados que no recibieron rebaja de pena están los tenientes Ilich Fernando Mojica Calderón y Jorge Sanabria Acevedo, dos de los principales responsables de este caso. Ellos tendrán que pagar una condena de más de cuatro años.

El alto tribunal ordenó que se ejecuten las labores necesarias para lograr su captura ya que los militares se encuentran en libertad.

Por otro lado, la Corte rebajó las penas de otros 25 militares que habían sido condenados por el Tribunal Superior Militar por peculado por apropiación. Este grupo de militares pagará una condena de 3 años.

La Corte recalcó que los 140 militares hacían parte de la Contraguerrilla Demoledor que comandaba el teniente Ilich Fernando Mojica Calderón y de la Contraguerrilla Buitre, que era dirigida por el teniente Jorge Sanabria Acevedo.

Cabe recordar que en un operación militar en San Vicente del Caguán, luego del secuestro de un suboficial del Ejército y de varios ciudadanos norteamericanos, los uniformados se encontraron en zona selvática de Coreguaje, en abril del 2003, varias caletas llenas de dólares, pesos, material de guerra, camufladas bajo tierra.

Por su parte, la Procuraduría manifestó que se debía aceptar las solicitudes de los abogados de los militares en el sentido en que debía rebajarse la condena, ya que ese dinero que se encontraron no era todavía parte del Estado y por lo tanto, no existe el peculado.

“Si bien los procesados entraron en posesión de los dineros objeto de apropiación con motivo de una operación castrense, los mismos no fueron materia de entrega material o jurídica por parte de la administración o de particulares a los efectivos militares”, afirmó la Procuraduría.

Sin embargo, la Corte Suprema consideró que los militares sí incurrieron en peculado, pues lo que se encontraron no se trataba de un tesoro, sino de dineros que pertenecían a un grupo armado y que debían ser entregados.