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Descartan ataque terrorista a helicóptero Black Hawk de la Policía en Urabá

HelicopteroDe acuerdo con el informe presentado por los peritos internacionales de la empresa Sikorsky Aircraft Corporation, el helicóptero Black Hawk de la Policía Nacional siniestrado en la zona del Urabá, Antioqueño, y en el que murieron 16 uniformados, cayó producto de un accidente y no producto de un ataque desde tierra.

De acuerdo con el informe del peritaje entregado por la compañía, «No se observaron anomalías en el material, preexistentes durante la investigación de los restos recuperados. No se observó evidencia de daño por combate durante la investigación de los restos recuperados».

El informe agrega que la aeronave tenía 858 horas de vuelo antes del siniestro y que el mantenimiento al que era sometida era normal. Destaca “la revisión de los archivos históricos de la aeronave, el libro de anotaciones de la aeronave (libro verde) y los registros de motores suministrados, indican que el mantenimiento de la aeronave se llevaba a cabo de manera correcta”.

Igualmente, los investigadores concluyeron que el daño encontrado en el tren de transmisión de la nave “es consistente con una potencia sustancial transmitida en el momento del impacto”.

Agregan que los daños en el rotor principal y de cola concuerdan con el impacto con los árboles.

Por otra parte el Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, dijo que “se confirma nuestra hipótesis de un accidente relacionado con el mal tiempo, cuya causa es citada en el informe. “La pericia de nuestros pilotos no está en cuestión, es un caso fortuito de la combinación del celo de llevar adelante una misión importante como lo es la Agamenón, contra una organización criminal altamente peligrosa, con el mal tiempo que reina en la zona”, precisó Villegas.

En el accidente registrado el pasado 4 de agosto, murieron 16 de los 18 uniformados que viajaban, integrantes del comando Jungla de la Policía Nacional, que se dirigían a una operación dentro de la ofensiva denominada Agamenón, contra el “Clan Úsuga”, en la que se capturaría al segundo cabecilla de esta banda criminal.

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La hipótesis que manejan hasta ese momento las autoridades, es que la nave habría sido impactada desde tierra, lo que obligó al piloto de la nave a hacer un aterrizaje de emergencia. Sin embargo, no se descartó que el siniestro haya sido por una falla técnica.

En la aeronave viajaban los patrulleros Jesús Antonio Polo; Enrique Escobar Ubaldo; Wilson Reyes Martínez; Déiner Montaña Franco; Norberto Cáceres Bautista; Juan Carlos Mesa Patiño; Eider Correa Jiménez; e Iván Díaz Santiago. También figuran los capitanes Jhon Palacios y Hernando Guzmán Ovalle. El listado lo completan el patrullero Góngora, el subintendente Cruz y otros cuatro uniformados más.

Dos de los uniformados quedaron con vida, pero con seria afectaciones producto de las quemaduras en casi el 50 por ciento de su cuerpo.

Uno de los sobrevivientes, identificado como el subteniente Édgar Andrés Báez, de 23 años, quien presentaba quemaduras en el 75% del cuerpo, además de fractura en el fémur izquierdo, falleció una semana después del siniestro.

De acuerdo con el informe entregado entonces por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, se trató de un accidente y no consecuencia de un ataque de la guerrilla o de una banda criminal, pues afirmó que el aparato se precipitó a tierra tras chocar el rotor de cola contra un árbol.

Además, en un comunicado, el llamado bloque Efraín Guzmán de las Farc negó haber derribado el aparato tipo Blackhawk que viajaba entre las poblaciones de Carepa y Chigorodó.

“Ninguna unidad guerrillera de este bloque ha dirigido fuego contra aeronaves en dicha región”, afirma el comunicado divulgado por el grupo guerrillero desde La Habana, Cuba, para “desmentir” al expresidente Uribe Vélez.

Se espera a que en las próximas horas el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, entregue más detalles de esta investigación