–El Tribunal Superior de Medellín involucró al expresidente Ernesto Samper Pizano en el proceso de expansión del paramilitarismo en Colombia, pero advirtió que por ahora no tiene suficientes elementos para ordenar su investigación. No obstante, sentenció que Samper Pizano deberá «rendir cuentas de ello».

Las precisiones las hizo a través del magistrado Rubén Darío Pinilla Cogollo, en la sentencia que emitió contra el expresidente Alvaro Uribe Vélez por el mismo caso y en la cual pidió a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes abocar la respectiva investigación.

“La expansión de los grupos paramilitares coincidió con el gobierno del Presidente Ernesto Samper Pizano. Pero, la Sala no tiene suficientes elementos todavía para ordenar su investigación, pero será un tema que deberá ahondar la Fiscalía y rendir cuentas de ello y un motivo de preocupación de la Sala”, señala Pinilla Cogollo.

Según el magistrado del Tribunal Superior de Medellín, la creación y expansión de los grupos paramilitares fue el fruto de una política de amplios sectores del Estado, las Fuerzas Militares y la sociedad civil y fue posible gracias a la financiación de la empresa privada y el narcotráfico y la alianza entre todos ellos, que obedecía a sus intereses y propósitos comunes».

«Los demás sectores del Estado fueron complacientes o condescendientes con ese fenómeno y lo facilitaron, permitieron o toleraron de distintas formas», puntualiza en la sentencia.

«Sólo de esa manera se explica que en el corto lapso de unos pocos años coparan todo el territorio nacional», subraya y agrega:

«De allí que la Sala pueda afirmar que constituyeron una política de Estado por acción y omisión».

«¿Cómo fue posible que por todos los rincones del país proliferaran a un mismo tiempo grupos paramilitares, escuadrones de la muerte y organizaciones de justicia privada?, ¿Quienes estaban detrás?, se pregunta el magistrado y se responde:

«En todo el proceso de surgimiento y expansión de los paramilitares vamos a encontrarnos los mismos actores que es posible encontrar en su origen: empresarios, ganaderos, comerciantes y otros sectores privados, el narcotráfico, las Fuerzas Militares y sectores políticos».

Pinilla Cogollo advierte además que «la Fiscalía General de la Nación ha sido omisiva en la investigación y acusación de las estructuras y redes que promovieron, auspiciaron, financiaron y apoyaron los grupos paramilitares».

Igualmente señala que «la mayoría de las investigaciones contra los altos oficiales de las Fuerzas Militares y los empresarios privados de los distintos sectores y niveles permanecen en investigación previa o estancadas, cuando no es que se adelantan dejando acumular el moho de los años, como lo ha constatado la Sala».

Ernesto Samper Pizano, nacido en Bogotá hace 65 años, fue presidente de la República de Colombia entre 1994 y 1998 y desde julio de 2014 se desempeña como Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur.

Como se recuerda, Samper Pizano protagonizó un sonoro escándalo que se tradujo en el llamado «Proceso 8.000», al ser acusado de haber utilizado dinero procedente del narcotráfico para financiar su campaña electoral.

Las denuncias contra el presidente Samper se iniciaron antes de su elección como jefe del Estado colombiano, tras la divulgación de los llamados «narco-casetes», por parte de su rival político Andrés Pastrana, posteriormente elegido presidente de Colombia.

El escándalo estalló en el gobierno de César Gaviria Trujillo, pero la investigación se abrió en 1995 siendo presidente.

Entonces, el ex gerente de la campaña y posterior ministro de Defensa Fernando Botero Zea y el ex tesorero de la campaña, Santiago Medina, fueron encarcelados y juzgados por los delitos de lavado de activos y hurto agravado.

Sin embargo, Samper, siempre negó su responsabilidad y sostuvo que lo habían hecho a sus espaldas, y entonces acuñó la famosa frase: “Aquí estoy y aquí me quedo”.

Fue el Cardenal Pedro Rubiano el que a su vez grabó en la memoria de los colombianos la figura del «elefante» que Samper no vió, en referencia a los dineros del narcotráfico que habían ingresado a su campaña electoral.

De todas maneras, el proceso adelantando por la Comisión de Acusaciones de la Cámara no terminó declarando a Samper culpable ni inocente, simplemente precluyó, esto es, fue archivado.