Desde el concejo de Bogotá, se pidió poner lupa a la licitación con la que se busca reemplazar a los concesionarios de la fase I de TransMilenio. De acuerdo con la concejal Lucía Bastidas, la forma en que se haga dependerá no solo la tarifa sino la calidad de los buses que transitan por la calle 80, la Caracas y la Autopista Norte.

“Hay que evitar, y en eso estaré atenta, que en los pliegos de condiciones de la licitación se incluyan cláusulas que resulten lesivas para la ciudad. Tal como está el cronograma que ya fue publicado, cuando llegue la nueva administración en enero próximo no podrá reversarse el proceso, porque la licitación está lista para ser adjudicada”, afirmó la cabildante Bastidas.

A lo anterior, agregó: “es necesario salvarla de sus defectos y garantizar que las condiciones que se establezcan para elegir a los nuevos operadores de las troncales de la Fase I garanticen calidad de los buses, que deben ser nuevos, frecuencias suficientes para suplir la demanda de pasajeros que hoy está saturada en esas troncales y un control efectivo de TransMilenio, para que sea esa empresa y no los operadores los que manden en el servicio”.

Bastidas manifestó su preocupación, pues asegura que “después de haberse demorado toda la administración para hacer esta licitación, ahora que estamos a dos meses de terminar el gobierno se haga de afán con el fin de dejar procesos que puedan ser perjudiciales para la ciudad y que la nueva administración tenga que asumir sus consecuencias sin poder reversar el proceso”.

Según Bastidas, es necesario tener en cuenta temas clave como que la flota que ingrese realmente aumente la capacidad de transporte de pasajeros.

“Sé que de los 640 buses que pide la licitación, solo 240 serán biarticulados y eso solo aumentará en un 3 por ciento la capacidad del sistema. El otro tema que me preocupa es la tecnología, pues todo indica que se está cerrando la posibilidad de promover los buses de tecnologías limpias, que es a lo que debe apuntar la ciudad”, indicó Bastidas.

Por último, advirtió que TransMilenio no tiene patios con capacidad para asumir al mismo tiempo los buses viejos y los nuevos que lleguen con la nueva concesión.

“No es de poca monta lo que se avecina para la ciudad con esta licitación, que espero no sea amarrada y amañada para perjudicar a TransMilenio como ha venido ocurriendo con este gobierno, y dejar a la nueva administración sin capacidad de maniobra”, manifestó.