Internacional Nacional Noticia Extraordinaria Salud Tema del Día

Día Mundial de lucha contra el Sida: Nuevo llamado a la humanidad para prevenir la tenebrosa enfermedad

SIDA- DIA MUNDIAL–Este martes 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de lucha contra el Sida. La razón, el primer caso de Sida en el mundo fue diagnosticado el 1 de diciembre de 1981. Además, porque hoy, transcurridos 39 años, la epidemia no se detiene, muy a pesar de los esfuerzos de los gobiernos, las entidades y los organismos internacionales, pues, según la ONU, pareciera que la población no toma conciencia a cerca de la importancia del trabajo en materia de prevención.

En Colombia, aunque desde el año 2006 hasta 2.014 las muertes por SIDA disminuyeron, de 430 casos en 2006 se pasó a 322 casos en 2011 a 291 en 2.014. En los primeros 10 meses de este año se evidencia un aumento del 11,5% en el número de muertes que en el mismo periodo de 2014. Lo anterior, debido a limitaciones del sistema de salud en la atención a poblaciones de mayor vulnerabilidad como habitantes de calle, esto a pesar de los avances en la eliminación de barreras de acceso a la prueba para VIH y la garantía de la atención.

De acuerdo con un reporte de la Secretaría de Salud de Bogotá, en el primer semestre de 2014 Barranquilla presentó la tasa más alta con 26,55 casos por 100.000 habitantes, seguida de: Quindío, Atlántico, Santa Marta y Cartagena. Bogotá se ubica en el octavo lugar con 12,86 casos por 100.000 habitantes.

En Bogotá, la capital colombiana, durante los primeros 9 meses de 2015 se reportaron 1.644 casos nuevos de VIH en la ciudad, lo cual indica que diariamente se identifican cerca de 5,4 nuevas personas con el virus (un aumento del 16,5% en comparación con el año anterior). Lo anterior se debe a la continuidad en la estrategia Distrital Ponte a Prueba que avanza en la eliminación de barreras de acceso para el diagnóstico del VIH.

Del total de estos casos, 87.9% corresponden al sexo masculino y el 15% al sexo femenino, lo que indica que aproximadamente por cada 7 hombres que desarrollan la infección, hay una mujer que adquiere el virus. Los grupos más afectados son las personas entre los 20 y 39 años de edad con un 68,5% del total de casos, de este grupo las personas en edades entre los 25 y 29 años aportan casi una cuarta parte de la totalidad con el 22,9%, seguidos de las personas de 20 a 24 con el 18,4%.

En el mundo, en la actualidad 15 millones de personas tienen acceso a tratamiento contra el VIH. Las nuevas infecciones se han reducido un 35 por ciento desde el año 2000 y las muertes por causas relacionadas con el Sida han bajado un 42 por ciento desde que alcanzaran el punto más alto en 2014.

Más de 11 millones las personas en tratamiento corresponden a África. En África oriental y meridional diez millones de hombres se han ofrecido voluntarios para la circuncisión masculina por razones médicas –un procedimiento que reduce el riesgo de contraer el VIH en un 60%.

Con todo, ha llegado el momento de ser aún más audaces, de tomar medidas innovadoras para alcanzar la meta de los objetivos de desarrollo sostenible: poner fin a la epidemia para 2030. El pasado septiembre, los líderes mundiales acordaron ambiciosas metas intermedias para acelerar los esfuerzos por poner fin al sida, precisa la Organización Mundial de la Salud, OMS.

En el Día Mundial del Sida, la OMS destaca que algunos países de ingresos bajos y medianos ya están dando prioridad a las medidas nacionales contra el sida. Los resultados son mejores cuando los países realizan importantes inversiones nacionales, fundamentan los programas sanitarios contra el sida en datos de buena calidad y simplifican los programas de prevención y tratamiento. En doce países se ha conseguido que el 60% o más de todas las personas con VIH sepan que son seropositivas y reciban tratamiento antirretrovírico.

Países pioneros como estos demuestran que las nuevas metas para poner fin al sida son factibles, incluso en entornos con recursos limitados.

El Director Ejecutivo de ONUSIDA Michel Sidibé, envió el siguiente mensaje a propósito del Día mundial del sida 2015:

El mundo está embarcándose en una estrategia de aceleración para poner fin a la epidemia de sida para el año 2030. Para alcanzar esta meta visionaria tras tres décadas de la más grave epidemia que se recuerde, los países deberán hacer uso de las poderosas herramientas con las que se cuenta, exigirse mutuamente resultados y garantizar que nadie quede en el olvido.

El mundo se ha comprometido a poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este objetivo ambicioso, pero plenamente alcanzable, representa una oportunidad única para cambiar el curso de la historia para siempre, algo que nuestra generación debe hacer por las generaciones venideras.

Hoy en día, vivimos en comunidades frágiles en las que persistirán las desigualdades si los servicios esenciales no llegan a las personas necesitadas. Para cambiar esa dinámica, tenemos que acelerar el ritmo de nuestra acción. Sabemos que fortalecer los servicios locales para llegar a las poblaciones clave redundará en una mayor salud y resistencia de las sociedades.

La buena noticia es que ahora tenemos lo que se necesita para detener la epidemia y evitar que repunte, y así impedir un número sustancialmente mayor de nuevas infecciones por el VIH y muertes relacionadas con el sida y eliminar el estigma y la discriminación relacionados con el VIH.

Ya hemos llegado a 15,8 millones de personas que reciben tratamiento, que es vital. Y cada vez más podemos mejorar nuestras iniciativas y ser más precisos en nuestra capacidad de llegar a personas que, de otro modo, podrían ser dejados atrás. Así, fijándose en la población y la ubicación, los países pueden redistribuir las oportunidades para mejorar el acceso.

En este Día Mundial del Sida, los países están aplicando la Estrategia de Respuesta Rápida de ONUSIDA, y con una inversión inicial apropiada podemos esperar que se cierren más rápidamente las brechas en los servicios esenciales. Esto significa que los recursos podrán ir más lejos para llegar a más personas, cambiándoles la vida.

Con los objetivos de desarrollo sostenible, el mundo ha entrado en una nueva era de innovación e integración. Y hay una mayor comprensión sobre cómo están interconectados los objetivos globales y una mejor valoración para avanzar juntos.

Poner fin a la epidemia de sida significa que las adolescentes y las mujeres jóvenes tengan acceso a una educación apropiada en torno al VIH y a servicios de salud sexual y reproductiva. Significa también que las poblaciones clave, como las personas que se inyectan drogas y los transgéneros, tengan acceso completo a los servicios de salud, prestados con dignidad y respeto. Y significa asimismo que todos los niños nazcan sin el VIH, y que ellos y sus madres no solo sobrevivan, sino que prosperen.

Estamos en un momento apasionante de la respuesta al sida. Estamos construyendo el impulso hacia un futuro sostenible, equitativo y saludable para todos.

Michel Sidibé
Director Ejecutivo de ONUSIDA
Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas