–El plebiscito por la paz fue aprobado la víspera en el Senado de la República, sin alterar el umbral que se había dispuesto desde un principio y en consecuencia para refrendar los acuerdos con las Farc se necesitarán más de 4 millones 300 mil votos, esto es, el 13 por ciento del censo electoral.

«Con el concepto de cambiar el umbral de participación por un umbral de decisión vamos a estimular la participación ciudadana y a inaugurar la democracia participativa. Estamos seguros que participarán más de los 4 millones 396 mil colombianos que establece este proyecto», afirmó el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.

Igualmente dijo que con la aprobación del plebiscito por parte del Senado «se ratifica el compromiso del Presidente Santos de permitir a los colombianos votar por los acuerdos de paz y se demuestra una vez más la confianza en el liderazgo del Presidente en las negociaciones».

El ministro del Interior felicito a los senadores, a los ponentes y a las bancadas «porque con la aprobación del plebiscito se dio un paso adelante para la paz».

La iniciativa, que ahora pasa a último debate en la Cámara de Representantes, fue avalada por 54 votos en el Senado luego de un debate de más de 7 horas, que concentró la mayor discusión sobre el umbral.

El tema corresponde al numeral 3 del artículo 2°, que trata sobre la aprobación de los acuerdos solo cuando el voto por el sí obtenga una votación superior al 13% del censo electoral y supere los votos por el no y sobre el cual se discutieron varias propuestas modificatorias y sustitutivas, pero al final estas fueron rechazadas y se aprobó la propuesta del texto original.

En el caso del artículo 3º que trata sobre el carácter y consecuencias de la decisión, haciéndolo vinculante para efectos del desarrollo constitucional y legal del acuerdo, el texto fue aprobado con una votación de 63 votos positivos y 19 en contra.

Finalmente sobre el artículo 5° que trata de la divulgación del acuerdo final para la terminación del conflicto, se presentó una propuesta modificatoria por parte del senador del Centro Democrático, Iván Duque Márquez con relación a que se tuvieran las mismas garantías para promover a través de los distintos medios de comunicación el voto por el no, esta proposición, luego de ser modificada, fue aprobada por la mayoría de los senadores.

Así las cosas, según lo aprobado en la plenaria del Senado, con el 13 por ciento del censo electoral vigente votando por el si, y superando los votos por el no, será aprobado el acuerdo final para la terminación del conflicto armado.

Igualmente, el presidente deberá informar al Congreso la fecha en la que se llevará a cabo el plebiscito, esta no podrá ser anterior a un mes ni posterior a cuatro meses contados a partir de la fecha en que el Congreso reciba el informe del Presidente.

El Congreso deberá pronunciarse en un término máximo de un mes. Un pronunciamiento negativo requerirá mayoría simple de los miembros de la respectiva Cámara. Si dentro del mes siguiente a la fecha en la que el Presidente de la República informe su decisión de realizar el Plebiscito por la paz ninguna de las dos Cámaras manifiesta su rechazo, el Presidente podrá convocarlo.

La decisión aprobada a través del plebiscito tendrá un carácter vinculante para efectos del desarrollo constitucional y legal del acuerdo.

Así mismo se garantiza la adecuada divulgación del acuerdo final por parte del Gobierno a través de medios radiales, prensa escrita, tv, redes sociales, mínimo 30 días antes de la votación del plebiscito.

Durante la campaña por cualquier intención de voto se suspende la publicidad estatal a excepción de las relacionadas con atención de emergencias y necesidad social.

Los colombianos en el exterior podrán votar a través de los consulados y el Gobierno nacional garantizará la publicidad del acuerdo final en el exterior.

La iniciativa parlamentaria de autoría del senador Roy Barreras y del representante a la Cámara, Jaime Buenahora Febre, consta de seis artículos, de los cuales, dos de ellos– los artículos 2° y 5°–, tenían proposiciones aditivas y modificatorias.

Entre las proposiciones presentadas estaban la del senador José Obdulio Gaviria que a nombre del partido Centro Democrático, pretendía que el proyecto fuera archivado. Esta se negó por 62 votos.

El partido Centro Democrático trató infructuosamente de echar abajo la iniciativa. Comenzaron por instalar letreros en sus curules con la frase “Plebiscito es una FARCsa”.

El senador Alfredo Rangel, como ponente del proyecto, pidió el archivo por considerar que no era conveniente para el país ni para la democracia.

El congresista de Centro Democrático alertó sobre los riesgos que significaría la aprobación del plebiscito, en la medida en que detrás de la pregunta que se le haría a los colombianos se terminarían por refrendar todos los acuerdos y concesiones que se han hecho en La Habana con las Farc.

“Definitivamente ustedes no están interesados en que el país discuta los acuerdos finales con las Farc, ustedes están interesados en un ¡Hurra! ¡Viva la paz! El que diga sí diga sí, el que diga no, diga no, y si gana el no pues entonces que siga la guerra durante 20 años ¿de qué estamos hablando, qué seriedad tiene semejante afirmación por parte de un Presidente de la República?”.

Además hizo énfasis en el umbral y advirtió que no fue gratuito, casual, ni caprichoso que los constituyentes del 91 hubieran establecido un umbral del 50 por ciento de participación del censo electoral y hubieran señalado un umbral de participación para el referendo del 25 por ciento del censo electoral.

Indicó el senador Rangel que esas cifras no fueron «sacadas de la manga», sino que fueron decisiones muy sabias de los constituyentes y que tienen su razón de ser: «Los plebiscitos hacen referencia a grandes decisiones políticas sobre temas que no se han desarrollado en normas, de ahí la exigencia de que sea el 50 por ciento de la población, el que participe para que el referendo sea válido».

El Gobierno ha rebajado la votación mínima afirmativa de 8 millones a 4 millones cambiando las reglas del juego, porque es evidente que teme que su plebiscito por esta paz con impunidad no tenga el suficiente apoyo popular, expresó el Senador.

«Después que se haga este plebiscito por la paz, volveremos a los 8 millones de votos. Eso es como si en un partido de fútbol, el árbitro decidiera que los penaltis no se cobran desde las 18 yardas sino que se cobran desde 5 y después de que se cobra ese penalti ventajoso, volvemos otra vez a las 18 yardas», dijo.

Además, Rangel insistió en que el plebiscito es una trampa, un mecanismo hecho para la ocasión, para la coyuntura y a la medida de los cálculos y las exigencias del Gobierno Nacional.

Así mismo indicó que el 80 por ciento de la población colombiana repudia una paz con impunidad, sin la entrega de armas y con curules gratis para criminales.

«Ese es el temor que lleva al gobierno a poner esta trampa y violar las reglas del juego en una acción desleal con las instituciones democráticas», dijo.

El expresidente y senador Alvaro Uribe Vélez cuestionó el carácter vinculante para efectos del desarrollo constitucional y legal y estableció que este hecho acaba con la posibilidad de discutir las materias que componen el acuerdo final de paz, pues el plebiscito tendrá una sola pregunta que encerrará todos los aspectos acordados, en cada uno de los cinco puntos de la agenda de diálogos.