De acuerdo con cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), entre octubre y diciembre del año pasado 168.549 niños trabajaron en Bogotá. De ellos, el 8 por ciento (13.483 menores) lo hicieron en la calle, ya fuese vendiendo artículos de manera informal o pidiendo dinero.
Los sitios donde vas frecuentan los menores son la calles como la 100 y la 134, las avenidas 68 y 19, el parque Nacional, San Victorino y las plazas de mercado por toda la ciudad.
Según la Defensoría del Pueblo, esta situación genera especial vulnerabilidad porque aparte de los peligros que corren los niños en las calles, ni ellos ni sus padres se encuentran afiliados al sistema de seguridad social.
“Se ha identificado que gran parte de los menores que están trabajando en las calles, están entre los 10 y los 18 años”, afirmó Ana María Fergusson, directora de protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
También el informe indica que los niños y niñas cuyos padres tienen como actividad el trabajo informal “normalmente los llevan cuando no están escolarizados y los utilizan como acompañamiento y no en ejercicio de las actividades”.
Sin embargo, Manuel Reina, referente distrital de la oficina de prevención y erradicación del trabajo infantil, aseguró que hay padres de familia que no tienen con quién dejar sus hijos en vacaciones, detrás del trabajo infantil también “hay un tema cultural en el que hay personas que les enseñan a sus hijos que se deben ganar sus regalos de Navidad”.
