Opinión

NOS SOBRAN LOS MOTIVOS

Diego Calle Pérez Por: Diego Calle Pérez.
Este adiós no maquilla la alegría de saber que ya no va más Sergio Fajardo, ni el otro Sergio Valencia, ni Federico Restrepo, ni Santiago Londoño, ni el listado de asesores como Iván Marulanda y Horacio Arango el otro matemático. Esperemos no les dé el embeleco de ser candidatos dentro de tres años. Este no es un hasta luego, sino un hasta nunca, que su palabrería no se quede en recuerdos sino en cenizas de la insensatez hecha burla.

No hay que ir donde un notario de Laureles o del centro de la ciudad que dijeron conocer y no distinguían entre amador con pichincha. A ese ruido de publicidad de la más educada ya acusamos recibido de cuentas vencidas a los medios de comunicación nacional y Julito, los otros de caracol y RCN, Revista semana y la Luciérnaga no saben que mejor cara mostrar sin sonrojarse.
Como dicen las abuelas, el pez muere por la boca y esa grande bocota de ufanarse de lo que no tienen los ha derrotado por la justicia que aplica el propio sentido común de la democracia, que los del movimiento compromiso ciudadano invocaban pero no practicaban.
El movimiento compromiso ciudadano resulto una burla que sin esperanza alguna fue la trinchera de una vil mentira que repetían y se derrumbo como una pesadilla. La campaña de Federico RESTREPO quedo en deuda con el Grupo Empresarial GEA y el candidato quedo como el muñeco que le ponen pilas en una vitrina de juguetes navideños. Su discurso no agrupo, ni produjo lo que pretendían. Llevar la mentira a las realidades ya conocidas, sin un libro como el que hicieron al antecesor RAMOS BOTERO.
El cambio de paradigmas no se logro con Parques Educativos y los contratos de cemento y ladrillo. El matemático, el más educado, afirma que los contratos y títulos mineros se firmaron sin el conocer a quienes beneficiaria su firma. Por las camisas a doblar el puño, se notaba que era más un truco, que una comodidad y mostrando una moda que solo causo falta de respeto a la urbanidad de Carreño. EL nido de pájaros que se poso en la gobernación supero el de las palomas del parque de Berrio, fue más la paja y el estiércol que hablaron de su antecesor y desconocieron la historia de los gobernantes de la Antioquia entre montañas. Nos sobran los motivos para decir, ya no más Sergio Fajardo.

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