Un cazador de Preston – estado de Idaho (EE.UU,) se llevó la sorpresa de su vida tras capturar un joven puma de cuya frente salían colmillos.

El hecho se registró el pasado 30 de diciembre, cuando el cazador observó a un puma atacando a un perro en una propiedad privada. Tras tres horas de persecución, el cazador se acercó al felino abatido y observó que al lado izquierdo de la frente del puma brotaban varios dientes completamente formados, así como una masa de pequeños colmillos.

¿Qué podía explicar esta deformación? Los científicos manejan dos hipótesis. La primera es que los dientes podrian ser los restos de un gemelo siamés que no llegó a desarrollarse del todo en el útero de la madre, y cuyo cuerpo finalmente se vio absorbido por el hermano sano.

Sin embargo la opción más probable es que esta masa amorfa que emergía de la frente del gato salvaje se tratase de un teratoma. La palabra “teratoma”, del griego teraton que significa monstruo, es empleada para describir una clase de tumor que se forman a partir de las células pluripotentes de los gametos. El teratoma consiste normalmente en un tumor que es muy diferente en comparación al tejido circundante del área en el que crece. Lo más alarmante, y muchas veces horripilante, del teratoma es que puede desarrollar pelo y dientes muy similares a los tejidos reales.

Normalmente los teratomas son tumoraciones benignas que no se extienden a otras partes del cuerpo. Pese a ser poco comunes en humanos y animales, de tanto en tanto surgen casos curiosos que terminan por formar parte de la literatura médica. En Indiana por ejemplo, una mujer desarrolló un teratoma cerebral que contenía pelo, huesos y dientes. Normalmente estas masas tumorales, que crecen incontroladamente, pueden extraerse mediante cirugía.

Lo que está claro es que los biólogos que trabajan para el estado de Idaho no habían visto nada similar en su vida.