Opinión

Sector carbonífero, al fondo del socavón

Luis Eduardo Forero Por: Luis Eduardo Forero Medina
En Colombia con unas reservas geológicas de carbón medidas de aproximadamente 6648 millones de toneladas (MT), localizadas mayormente en la Costa Atlántica, el carbón se explota en forma subterránea y a cielo abierto. El primer método es más peligroso, encontrando todavía en los diez departamentos carboníferos minas artesanales.

Por años al carbón se le dio entre otros usos, servir de combustible en las cocinas de los hogares colombianos; hoy las empresas siderúrgicas y termoeléctricas son las que consumen el carbón metalúrgico y el carbón térmico. La producción y el precio del mineral han registrado caídas que jamás se pensaron cuando la bonanza carbonera. Estas situaciones aunadas a los debates ambientalistas sobre el mineral, han puesto oscura la situación en el sector que trata de aliviar la crisis con el mercado interno.

El año pasado el país produjo 85.547.513 millones de toneladas de carbón, de acuerdo a la estatal Agencia Nacional de Minería (ANM). Dicho comportamiento le permite ubicarse como “una industria minera sólida”. En el país hay 14.357 unidades de producción minera (UPM) censadas en, según el Ministerio de Minas y Energía (MME. Los departamentos con mayor producción fueron Cesar y La Guajira.

El Estado no ha logrado que la minería del carbón sea responsable, sostenible, formalizada, segura y legal, mucho menos se ha preocupado por el pequeño minero. En diciembre último por primera vez en la historia del país se otorgó un crédito bancario a un minero artesanal de Socotá- Boyacá, para mejorar su yacimiento. Esto, en el país con las mayores reservas de carbón en Latinoamérica, quinto exportador de carbón térmico del mundo y productor de uno de los carbones menos contaminantes. El préstamo a pequeños mineros siempre estuvo excluido del portafolio bancario, que este año lo extiende a la decena de departamentos carboneros.

A las entrañas de la tierra llegan los aprendices de minero, antes agricultores, sin ninguna preparación para la nueva forma de ganarse la vida, recorriendo centenares de metros de profundidad, dotados de pica y pala y una linterna, por lo general sin equipos de protección personal, a veces sólo con la fe del carbonero, para extraer el energético. En un talego de lona llevan martillos neumáticos y compresores. En algunas bocaminas para entrar no hay restricciones. Los mineros , que empiezan a trabajar ligeramente vestidos por el calor a más de 500 metros bajo profundidad, no han sido vinculados a la seguridad integral; ni en el recorrido se observan botiquines . Los registros de personal se llevan en un cuaderno negro. Extraído el carbón, el pequeño minero les paga su jornal y empieza la manera de comercializar el producto, encontrándose con barreras como la falta de vías, y después queda en manos del intermediario, en tanto sale su proceso de legalización. La minería formal de Boyacá, Norte de Santander y Cundinamarca, estrenan el muelle II Riverport para la exportación de carbón y coque.

Tras regir por 29 años las normas legales sobre seguridad en las minas de carbón, fueron renovadas en busca de reducir la accidentalidad laboral en el sector. El nuevo Reglamento de Seguridad para la Minería Subterránea todavía no es conocido en algunas minas, por lo que los inspectores de trabajo y 2.680 socorredores comenzarán la divulgación de la hoja de ruta segura. Las posibles causas de los últimos accidentes fatales en minas de carbón legales e ilegales, son la acumulación de gas metano no detectada oportunamente, derrumbes, explosiones, falta de iluminación y de señalización, inhalación de gases, instalaciones eléctricas defectuosas, pozos de agua que inundan la mina, en fin la causa imprevista, pero ante todo la falta de una política de Estado de seguridad minera subterránea. Concretamente el Ministerio de Trabajo es el gran ausente en los socavones, además corren grave riesgo. Tragedias como la de Amagá en las que perecieron más de un centenar de obreros, y la última en el municipio de Angelópolis, Antioquia, no han valido para que el tema se tome en serio. La mayoría de las viudas quedan sin poder disfrutar de una pensión.

La minería a cielo abierto, es explotada por la Drummond Ltd. desde mediados de la década de los 90, en las minas Pribbenow y El Descanso, cerca de La Loma, Colombia, que produce más de 32 millones de toneladas de carbón térmico al año, y en proyecto tres más (Rincón Hondo, Similoa y Cerrolargo). En total tiene en reserva unas 2 mil millones de toneladas de carbón. En 1995 Colombia exportaba un millón de toneladas (TS) de carbón; en 2012 esa cifra fue de unas 25 millones de TS. La Drummond para su negocio cuenta con más de 12.000 personas entre contratistas y empleados; transporte autónomo de un ferrocarril de 150 km de largo con más de 130 vagones, tratados con agua, y un puerto marítimo.( La Glencor saca el carbón por carretera con el consecuente daño a la estructura vial.) El Cerrejón es de propiedad de las trans nacionales BHP Billiton, Anglo American y Xstrata.

Al contrato de El Cerrejón que vence en 3 años, se le ha criticado el desplazamiento forzado de dieciséis comunidades guajiras; daño a la salud de la población en La Jagua de Ibirico; el daño al ecosistema, de hecho en el proyecto carbonífero La Loma, se desvió el curso del río La Ranchería. La colectividad se asusta con el empleo de más de 60 mil toneladas de explosivos al año y la extracción de 230 millones de metros cúbicos de tierra. La Drummond que adelanta acercamiento con las comunidades de influencia minera, argumenta que tiene en operación 169 estaciones para monitorear la calidad de las aguas superficiales y subterráneas, 30 tanqueros para control de emisiones , 11 estaciones de monitoreo de aire y 97 estaciones de monitoreo de aguas lluvias, ríos, agua superficial y estaciones meteorológicas. La Drummond fundó el primer laboratorio ambiental creado por una empresa minera. acreditado por el IDEAM.
En la otra parte de la bocatoma y en la superficie de la minería subterránea y en la de cielo abierto, se encuentran la comunidad, el Comité Cívico por la Defensa del río Ranchería y la Red Colombiana Frente a la Gran Minería Transnacional, que en conjunto a veces salen del socavón y marchan para terminan aberraciones como que La Guajira siendo el departamento más rico en carbón, sea el más pobre del país, según Planeación Nacional.
Lejos que el sector carbonífero está en la sin salida, para Garry Drummond, presidente de la Compañía, “la industria del carbón tiene mucho por hacer,. pero también tiene mucho por compartir.” Según Drummond, son puntos favorables para el carbón de Colombia “ el aumento en la demanda para la generación de energía y calefacción en todos los puntos del globo, .. la ampliación del canal de Panamá y los reparos contra la energía nuclear por los riesgos que ..involucra”.

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