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Peso corporal, actividad física y alimentación: claves para reducir el riesgo de cáncer de colon

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Excluyendo el de piel, el cáncer colorrectal ocupa el tercer lugar de los cánceres diagnosticados con mayor frecuencia tanto en hombres como en mujeres. No existe una manera completamente segura de prevenir el cáncer colorrectal o de colon. Sin embargo, usted puede tomar medidas que pueden ayudar a reducir su riesgo.??

Cuidado con su peso

El sobrepeso o la obesidad aumentan el riesgo de cáncer de colon en hombres y en mujeres. Tener más grasa abdominal, es decir, en el área del estómago, se ha relacionado con este tipo de cáncer, así que preste atención a sus hábitos alimenticios.

Deje el sedentarismo

Trote, camine enérgicamente o practique algún deporte que le recomiende su médico de acuerdo a su condición física y de salud.

Más frutas, verduras y granos integrales

Cambie sus hábitos alimenticios consumiendo con más frecuencia frutas, verduras y granos integrales. Los especialistas recomiendan disminuir el consumo de carnes rojas y procesada?s como salchichas y carnes frías.

Factores de riesgo y síntomas

El diagnóstico precoz del cáncer de colon logra curar al 90% de los pacientes, así que tenga en cuenta los siguientes factores de riesgo y síntomas:

Después de los 50 años aumenta el riesgo de padecer este tipo de cáncer.

Si presenta un antecedente de pólipos usted tiene un mayor riesgo de padecer este tipo de cáncer, especialmente si los pólipos son grandes o si existen muchos de ellos.

Si usted padece la enfermedad inflamatoria del intestino, incluyendo colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, su riesgo de cáncer colorrectal es mayor.

Las personas con un antecedente de cáncer de colon en un familiar de primer grado (padres, hermanos o hijos) tienen un mayor riesgo.

Preste atención a los siguientes síntomas y consulte a su médico en caso de presentar estas señales:

Cambio en los hábitos intestinales.

Sangre en las heces (ya sea color rojo muy vivo o muy oscuro).

Diarrea, estreñimiento o sensación de que el intestino no se vacía completamente.

Heces más delgadas de lo normal.

Dolor frecuente ocasionado por gases, flatulencia, saciedad o calambres.

Pérdida de peso sin razón conocida.

Sensación de mucho cansancio.

?Vómito.