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Timchenko: Vamos a lograrlo, Santos, estamos seguros

santos-timochenko–Timoleón Jimenez, alias «Timchenko», le envió una carta al presidente Juan Manuel Santos en la cual afirma que las Farc quieren y desean firmar «cuanto antes» un acuerdo final de paz. Además advierte que «eso requiere mesura, sensatez, responsabilidad», pero subraya: «Los astros se alinean de nuevo y no puede echarse a pique esta oportunidad feliz. Vamos a lograrlo, Santos, estamos seguros», precisa.

El máximo cabecilla de las Farc se refiere a los plazos para llegar a la firma del acuerdo final y señala que «no pueden ser abiertos para una de las partes, y fijos, precisos y firmes para la otra».

Según Timochenko, «deben ser prudenciales, hábiles para desarrollar integral y simultáneamente los acuerdos» y además reitera el condicionamiento de la exterminación del paramilitarismo para concretar el fin del conflicto.

En su misiva, Timochenko se refiere al «mito del proselitismo armado, de los guerrilleros en armas haciendo política por todo el país» y afirma que esto «no es más que una malintencionada caricatura propalada sin calcular el daño ocasionado».

«Claro que–complementa– debe acabarse para siempre en Colombia el vínculo entre política y armas, no más terror de Estado, no más odios, no más paramilitarismo, no más paros ni marchas contra la paz».

¿O es que todo eso no es proselitismo armado? Las conversaciones de paz se iniciaron para poner fin definitivo a la violencia y las armas en la política. Mal podría la insurgencia pactar con el gobierno nacional, con países acompañantes y garantes, con toda la comunidad internacional como testigo, fórmulas que piense incumplir. No tenemos vocación de necios o suicidas», precisa.

Luego, el mandamás de las Farc hace las siguientes precisiones:

«Los Acuerdos implican verificación y ya las Naciones Unidas avanzan en esa dirección, con representación del Estado y la insurgencia. Nadie se niega a ello. El señor Presidente sin embargo lo insinúa en su declaración pública, como si aún lo poseyera el ánimo de rendirnos, desmovilizarnos y humillarnos. Algo improcedente para quienes tenemos dignidad.

El gobierno colombiano exigió como requisito indispensable de las conversaciones la discreción total sobre las discusiones en la Mesa. Hemos cumplido. Podríamos por ejemplo demostrar que no es cierta la negación absoluta del doctor De La Calle sobre lo acaecido en la Subcomisión Técnica, pero no nos interesa ahondar contradicciones, sino aproximar, consensuar acuerdos.

Por lo mismo tampoco suministramos información reservada a la prensa, para que elabore crónicas y notas sobre los temas en discusión, a objeto de crear un clima desfavorable a nuestros interlocutores. No se trata de eso. Queremos la paz, luchamos por ella, deseamos firmar un Acuerdo Final cuanto antes. Eso requiere mesura, sensatez, responsabilidad.

Sabemos que los tiburones carniceros perseverarán en su obra predadora y por ello quizás sea imposible que las soluciones convengan a todos los colombianos. Hay quienes no las desean. Pero basta con que una inmensa mayoría se incline por la paz y respalde los acuerdos finales. Es con ellas y ellos que debemos unirnos ahora, Colombia entera lo merece.

La reciente y halagadora noticia de un próximo inicio de la fase pública de conversaciones de paz con el ELN, constituye sin duda una voz de aliento y de esperanza para todos los interesados en el fin del largo conflicto armado colombiano. Los astros se alinean de nuevo y no puede echarse a pique esta oportunidad feliz. Vamos a lograrlo, Santos, estamos seguros.