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La tecnología, aliado de la Biblioteca de La Macarena

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En este escenario no solamente mandan la parada los libros: también la tecnología, desde que MinTIC entregó equipos de ‘Computadores para Educar’ y conexión a Internet con un Kiosco Vive Digital.

La rutina de los habitantes de La Macarena (Meta) cambió, desde que el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) le entregó a la Biblioteca Municipal Eudoro Gómez una dotación de ‘Computadores para Educar’: si las paredes de este escenario hablaran, contarían todo tipo de anécdotas cuyos protagonistas son los habitantes de veredas y corregimientos adscritos a La Macarena, que acuden en busca de un buen libro o un computador para navegar en el ciberespacio.

Pero como los edificios no pueden hablar, la bibliotecaria Luz Marina Caro es quien puede dar ese testimonio: «La biblioteca se ha convertido en el segundo hogar de campesinos, turistas, estudiantes y amas de casa que llegan no sólo a leer, sino a estudiar, matricularse en cursos virtuales y aprender a realizar trámites en línea», afirma, mientras calcula que en promedio, cada día asisten entre 120 y 150 personas.

Esta bibliotecaria de 43 años, nacida en Otanche (Boyacá), señala que gracias a los 30 ‘Computadores para Educar’ que el MinTIC entregó a la biblioteca, los usuarios acceden a un amplio abanico de servicios tecnológicos y de participación ciudadana, que se traducen en oportunidades. Por eso, últimamente acuden jóvenes y adultos a practicar trámites en línea y otros ejercicios en los equipos portátiles, como parte de los talleres de alfabetización digital impartidos por el SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje) y la Alcaldía.

Gobierno digital

Con el ‘Plan Vive Digital para la Gente’ el MinTIC busca mejorar la calidad de vida de los colombianos con el uso apropiado de las TIC, desde los componentes de Educación, Empleo, Ciudad-Región y Gobierno Digital; desde este último ámbito se trabaja para que Colombia tenga un Gobierno más eficiente, y ciudadanos con mayor nivel de participación en los espacios y programas diseñados para su bienestar.

En el caso de la biblioteca de la Macarena, cabe anotar que además de los equipos de ‘Computadores para Educar’, el MinTIC suministra también Internet desde el Kiosco Vive Digital que instaló el año pasado, el cual permite a las personas acceder a mejores oportunidades educativas, laborales, de empoderamiento ciudadano y Gobierno Digital. «Eso es aprovechar la tecnología al máximo», apunta Luz Marina.

La bibliotecaria recuerda a Wilson, muchacho agricultor que se gana el sustento con un negocio de cachamas; cada vez que arriba a La Macarena desde su finca, se dirige a la biblioteca para consultar tutoriales especializados en piscicultura. También evoca el caso de Alexander, que estudia ingeniería agropecuaria a distancia desde uno de los portátiles con wifi que le prestan allí.

Pero sin duda, los que más llenan de alegría a este escenario son los niños del colegio municipal, que se han convertido en los usuarios más fieles a la biblioteca. «Me da una inmensa alegría ayudarles con sus tareas escolares y la consulta de información para sus investigaciones académicas», sostiene, mientras a su lado la joven Adriana del Pilar exclama que este es «un templo de la cultura y el conocimiento para los jóvenes de La Macarena».

Los inicios

Pero años atrás -recuerda Luz Marina- la biblioteca era muy diferente. Su improvisada sede, ubicada en uno de los salones de la Casa de la Cultura, «apenas contaba con el espacio mínimo para moverse, carecía de material de lectura suficiente, su mobiliario anacrónico y sin herramientas tecnológicas», asegura. Pero todo cambió cuando el Ministerio de Cultura financió y entregó la nueva sede, que dotó con 7.000 libros. Después el MinTIC les entregó los computadores portátiles y el Kiosco Vive Digital.

Desde entonces, Luz Marina sabe que su trabajo como bibliotecaria es más eficiente, porque logra impactar de manera integral a los habitantes de La Macarena. No es casualidad que llegue radiante y con una sonrisa luminosa al trabajo, para abrir las puertas de la biblioteca: su día arranca a las 7:30 a.m. organizando los estantes atiborrados de libros, las mesas de la sala de lectura y los computadores portátiles que, en breves minutos, serán utilizados por los primeros visitantes.