El Ministro de Justicia, Yesid Reyes Alvarado, señaló que la sociedad civil ha sido fundamental para que hoy en el seno de las Naciones Unidas pueda generarse una discusión sobre la política mundial de drogas. Al tiempo, recordó que por esta razón es primordial que las voces no estatales sean tenidas en cuenta para tomar decisiones sobre la materia.

“La sociedad civil ha sido clave en este debate sobre la política de drogas para la generación de insumos, la promoción de espacios de discusión y la concepción de nuevas estrategias. La sociedad ha contribuido al reconocimiento de los impactos profundos que ha tenido la política de drogas sobre los más vulnerables, llevándonos a los encargados de la política a una importante reflexión sobre la responsabilidad que tiene el Estado en la protección de sus ciudadanos”, afirmó el Ministro de Justicia.

Durante el foro de apertura organizado por la sociedad civil en la UNGASS, el alto funcionario señaló que la intención del Gobierno colombiano al convocar a esta asamblea extraordinaria era el de propiciar un debate plural, honesto y basado en la evidencia. Y por tal razón, desde el primer momento, el país ha insistido en la necesidad de incluir todas las voces, y en especial las de la sociedad civil.

El Ministro señaló que ve con preocupación que la sociedad civil no haya tenido la oportunidad de estar directamente vinculada a las discusiones clave, y reiteró que Colombia lleva a esta cumbre no sólo las posiciones del alto Gobierno, sino también las de la sociedad civil: “Como representante del Gobierno de Colombia puedo asegurar que hemos escuchado atentamente sus reflexiones, seguido sus recomendaciones y tomado atenta nota de sus preocupaciones”, afirmó.

El jefe de la cartera de Justicia, además, enfatizó que UNGASS 2016 no debe ser entendida como el fin de un proceso, sino como el comienzo de la transformación de la política de drogas, por lo que es importante que siga abierto el debate.

“No es el momento de bajar los brazos. Es ahora cuando necesitamos la mayor energía para implementar lo acordado. El debate no se debe cerrar. Por el contrario, debe impregnar los espacios regionales y nacionales”, mencionó. Y añadió: “Es relevante que la sociedad civil siga impulsando el debate y que en el nivel local apoyen los procesos de reforma en torno al tema”.

Reyes señaló que el consenso que se ha alcanzado en el proceso preparatorio de la UNGASS está lejos de ser perfecto, pero “es el mejor que jamás hemos logrado”. Y agregó que con esto se abre la puerta a la flexibilidad para aplicar y formular políticas nacionales, eliminando así los modelos de talla única para todos los países.

El alto funcionario finalizó diciendo que es el momento de pasar de las declaraciones a las acciones concretas, y resaltó que “la principal deuda con la que quedará UNGASS será la de la abolición de la pena de muerte para los delitos relacionados con drogas”.