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Alerta por artritis reumatoide: articulaciones en peligro

Artritis-reumatoide

Los pacientes con artritis reumatoide necesitan de un tratamiento de por vida. El diagnóstico oportuno es fundamental para evitar daños irreparables en las articulaciones del paciente. La artritis reumatoide es más común en mujeres que en hombres, reduciendo la esperanza de vida del hombre a tres años, mientras que en las mujeres a siete años.

La artritis reumatoide (AR), confundida en ocasiones con otras enfermedades reumáticas por producir molestias similares, es una enfermedad progresiva, crónica y autoinmune, la cual se desarrolla como resultado de un ataque del sistema inmunitario a sus propios tejidos. Esta enfermedad se caracteriza por la inflamación de las articulaciones que puede conducir a su daño irreparable e incluso, ocasionar problemas en órganos como los ojos, el pulmón, el corazón o riñón.

Cada vez que tenemos el sufijo “itis” en un término médico, esto significa inflamación. Por eso la Artritis, a diferencia de otras enfermedades reumáticas, es una enfermedad inflamatoria y no degenerativa como lo es la Artrosis. En el caso de la AR, esta se caracteriza por su mortalidad prematura, reduciendo la esperanza de vida del hombre a tres años y en mujeres a siete años. Además, presenta un riesgo elevado de invalidez laboral, afectando la productividad especialmente en trabajos manuales y con altos costos médicos para el paciente.

El doctor Ricardo Blanco, PhD en Reumatología, explica que “la causa de este tipo de artritis es desconocida y sus factores de riesgo no son claros, sin embargo, es más común que se desarrolle en las mujeres y en las personas fumadoras”. En cuanto a su prevención hay que evitar en lo posible grandes niveles de actividad física y de estrés. Así mismo, evitar actividades que obliguen a estar mucho tiempo de pie o necesiten de movimientos repetitivos. En momentos de reposo adoptar posturas adecuadas, dormir en cama dura y con almohada baja.

Con respecto a la edad de aparición de la enfermedad, la AR se presenta con mayor frecuencia entre los 45 y los 55 años, sin embargo, la AR puede aparecer a cualquier edad. La persona que vive con esta enfermedad experimenta episodios de dolor, rigidez, hinchazón, deformidad y pérdida de movilidad articular en manos, pies, muñecas, hombros, codos, caderas y rodillas.

La evolución de la AR varía mucho de una persona a otra. Para el doctor Blanco, “en la mayoría de casos, la enfermedad se desarrolla, poco a poco, durante varias semanas o varios meses, aunque en algunas ocasiones puede aparecer de repente.” A pesar de que la enfermedad es muy agresiva en la mayoría de casos, por su afección a órganos importantes que pueden ser mortales, a varios pacientes, la Artritis Reumatoide les puede aparecer de forma no tan agresiva. “Lo más importante es tener un diagnóstico oportuno para iniciar tratamiento cuanto antes, de lo contrario la enfermedad evoluciona, destruyendo las articulaciones y no hay forma de revertir el daño.” Explica el doctor.

Mitos de la enfermedad

La artritis reumatoide y la artrosis son la misma enfermedad:
La confusión entre estos dos tipos de enfermedades reumáticas es frecuente, pero es claro que son enfermedades distintas. De hecho, algunas personas con artritis reumatoide también pueden sufrir de artrosis. Ésta es causada por una lesión o por el desgaste normal de las articulaciones al envejecer, mientras que la AR es un trastorno progresivo, en donde el sistema inmunitario ataca a su propio cuerpo, incluso en jóvenes.

La AR es una enfermedad que deforma extremadamente el cuerpo:
La inflamación persistente puede acabar dañando huesos, ligamentos y tendones, causando una deformidad en las articulaciones del paciente. Sin embargo, no siempre se presenta deformidad en todos los casos, para esto es fundamental seguir un tratamiento efectivo y realizar ejercicios de estiramiento.

En los jóvenes la enfermedad empeora de manera más rápida:
La AR puede presentarse en personas de cualquier edad. Los pacientes jóvenes no presentan un riesgo mayor, aunque si es cierto que tendrán una convivencia más larga con la enfermedad.

Un paciente con AR necesita descansar la mayor parte del día:
Por el contrario, las articulaciones afectadas por la AR necesitan estiramientos y ejercicio. Es importante tanto la medicación como las técnicas de rehabilitación, de lo contrario, se verá afectada la flexibilidad, la fuerza muscular, la resistencia cardiovascular y aumentará el riesgo de sufrir atrofia muscular.

Ante la sospecha de Artritis Reumatoide, la evaluación médica por medio de ultrasonido, resonancia magnética, radiografías de las manos, de los pies y de las articulaciones en general; podrá ayudar ver las señales tempranas de la enfermedad, con el fin de tener un diagnóstico oportuno e iniciar un tratamiento adecuado.