Opinión

¿Cuentos chinos?

mauricio-botero-caicedo Por Mauricio Botero Caicedo
La revista Economist, en su más reciente edición, afirma que según un estudio no publicado por analistas del gobierno colombiano, la guerrilla tenía en 2012 unos 10.500 millones de dólares. Añade que entre 1990 y el 2000 tenía 18 mil combatientes y una caja para mantenerlos producto de la extracción ilegal de oro, la extorsión, el secuestro y el tráfico de drogas. En aquel periodo, los ingresos de las Farc podían estar entre 200 y 3.500 millones de dólares.

Para este semanario ingles, las posibilidades de recuperar el dinero no son muy altas. Los investigadores difícilmente encontrarán la plata porque, en el mundo, los gobiernos detectan apenas 20 centavos por cada 100 dólares de dinero lavado, según la oficina de la ONU sobre Droga y Crimen.

La reacción del gobierno colombiano a lo dicho por el Economist es sorprendente y comprueba que pocas cosas llenan más de felicidad al gobierno que contarle cuenticos, o mejor dicho ‘cuentos chinos’ a sus ciudadanos. Si bien el gobierno sospecha que las Farc pueden tener dineros en el exterior, aduce no tener forma de rastrear dichos fondos. Es inconcebible que un Estado que tuvo acceso a la ‘inteligencia’ para adelantar la ‘Operación Jaque’, no tenga acceso a inteligencia para rastrear la fortuna de las Farc.

Pero lo que es todavía más inconcebible es que sabiendo el Estado que existen firmas especializadas en rastrear fondos en el exterior, no están haciendo absolutamente nada para contratar a dichas firmas y al menos tratar de identificar los flujos de dichos fondos. No me cabe la menor duda que en Venezuela se encuentra el eslabón perdido de estos recursos.

El autor de esta nota sospecha que en La Habana se está negociando por debajo de la mesa, sobretodo para no incomodar a los chavistas, ‘hacerse los locos’ sobre la fortuna de los narcoterroristas.

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