Opinión

Industria petrolera, desde Caño Limón a Caño Cristales

Luis Eduardo Forero Por: Luis Eduardo Forero Medina
La historia reciente del petróleo en Colombia está ligada al caserío de los Yariguíes, Barrancabermeja, en el que a principios del siglo pasado el coronel José Joaquín Bohórquez, veterano de la guerra de los mil días, buscando caucho encontró petróleo. Las Concesiones De Mares y Barco fueron las primeras que se otorgaron después de ese primer hallazgo. La Concesión De Mares fue cedida a la Nación en 1951, empezando a ser manejada por la Empresa Colombiana de Petróleos S.A, creada en 1948 y transformada en 2003.

El sistema de las Concesiones fue abolido después de la crisis petrolera mundial de 1973, y reemplazado por contratos de asociación, sustituidos después por el contrato de Evaluación Técnica (TEA) y el contrato de exploración y producción (E&P), que son monitoreados por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).

Hace cerca de cinco siglos ya se había conocido de la existencia del “oro negro” en Colombia, sin embargo fue Caño Limón, descubierto hace 33 años en Arauquita, departamento de Arauca, el primer pozo que convirtió al país de importador a exportador de crudo. El oleoducto Caño Limón-Coveñas, cuyo hidrocarburo ha merecido una presea internacional por su calidad, es de propiedad de Cenit Transporte y Logística de Hidrocarburos (Cenit), filial de la estatal colombiana Ecopetrol. Caño Limón empieza en la vereda La Ossa, Arauquita (Arauca) y finaliza en el puerto Coveñas (Sucre), recorriendo 773,94 kilómetros por 7 departamentos. Este oleoducto ha sido blanco de más de 1.293 actos ilícitos en toda su historia, según Ecopetrol.

El potencial petrolífero (crudo y gas natural) del país se calcula en más de 37.000 millones de barriles de petróleo equivalente, distribuidos en 18 cuencas sedimentarias, según la ANH. Los departamentos petroleros por excelencia son Meta ( Campos Quifa, Rubiales, Castilla), Casanare (Cusiana y Cupiagua) , Arauca (Caño Limón), Vichada, Santander y Huila, generando entre todos más de 100.000 empleos. La Guajira con un hallazgo significativo en 2014, entró en el torneo. Casanare y Arauca han registrado el PIB per cápita más alto de Colombia. Quifa y Rubiales es operado por Pacific Rubiales Energy, Cupiagua por Ecopetrol, Caño Limón por Occidental de Colombia (OXY) y Cusiana posee un gas considerado como “rico”. Algunas multinacionales que habían emigrado de Colombia, han vuelto, otras se han aventurado buscar petróleo; por cuanto cerca de la tercera parte del territorio nacional estaría inexplorado, según analistas. Actualmente en el país hay más de 150 compañías privadas invirtiendo en exploración y producción, lo que representa el 32% del negocio, el resto lo maneja Ecopetrol; indica la USO. El petróleo en la actualidad es el primer producto de exportación colombiana, principalmente a Estados Unidos.

Aunque los proyectos de hidrocarburos (petróleo y gas) son socializados con la comunidad que habita esos territorios, y a las Regiones llegan regalías por la producción -no por la exploración-, la comunidad en general y los indígenas no siempre se sienten a gusto con tanta maquinaria que llega en la cadena, que comprende exploración, explotación, refinación, transporte por oleoductos , en buques o con carrotanques; almacenamiento, distribución y comercialización del hidrocarburo. En la refinación salen los derivados ACPM, gasolina, vaselina, cepillos, llantas y plásticos.

De lo hondo de los pozos también emanan trampas como la supuesta precariedad laboral en empresas contratistas; los turnos de 12 horas ( 4×3) en las refinería de Barrancabermeja y posiblemente en Cartagena; los “impuestos” que facturan a los petroleros colombianos los grupos armados fuera de la ley; el robo de combustible desde la tubería o su desviación hacia actividades de minería ilegal y el derramamiento de miles de galones de crudo a los ríos, atribuible a la guerrilla. La USO además de echar de menos una adecuada política petrolera y ambiental en Colombia, está en desacuerdo con el Fracking y la posible venta de Propilco y de los campos menores. A nivel mundial la mancha negra fueron las más de 250.000 personas lanzadas a la calle por la crisis de los precios del crudo que se registra desde 2014.

En el mundo, Colombia es uno de los 20 países que producen un millón de barriles diarios; aunque en el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014, se previó que la producción de petróleo llegara a 1.400.000 barriles por día (bpd), la producción de crudo sigue bajando, en marzo de este año fue de 916.000 bpd, según Minminas. En América Latina, Colombia, Argentina y Brasil, es la tripleta de naciones con las mayores reservas de gas y petróleo de esquistos. Ecopetrol, la mayor empresa de Colombia con 11.111 empleados, y una de las 40 petroleras más grandes del mundo, es dueña de Propilco, el mayor productor de resinas de la región andina. La Unión Sindical Obrera (USO) es el mayor sindicato del país.

Para que Estados Unidos no siguiera dependiendo de suministro de petróleo del convulsionado medio Oriente, se idearon la forma de sacar “a la brava” petróleo y gas a la superficie, mediante el «fracking», fracturación hidráulica, o estimulación hidráulica, que le permite extraer unos 11 millones de barriles diarios. En Colombia según la USO, para este sistema de exploración se “otorgó 20 bloques, de los cuales solo dos le deja a Ecopetrol”; la Exxon Mobil en Puerto Wilches y Conoco Phillips en San Martin, Cesar, ya estarían trabajando en el cuestionado «fracking». De acuerdo a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), en el país “no se ha otorgado ninguna licencia de exploración de hidrocarburos en yacimientos mediante la metodología de ‘fracking’ en ninguna parte del territorio nacional”. Pese a lo anterior se sabe que en Colombia se va a implementar el fracking, técnica que en el mundo terminaría en 2020. Ese método tendría relación con sismos ocurridos en Canadá y en EE.UU. , en el Estado de Oklahoma. Se rumora que el sismo ocurrido el 16 de abril de 2016 en Ecuador, además de la naturaleza, el hombre ha sido factor determinante en la tragedia. Cuando Correa llegó a la presidencia en 2007, Inversiones Petroecuador y Petroamazonas disponían para el sector de hidrocarburos us$342.43 millones; en 2013 fue de 2924.20 millones de dólares.

Por ahora Colombia continuará compitiendo en precio con los gigantes mundiales encabezados por Arabia Saudi, Qatar, Irán, Irak y Kuwait, que con otros 6 países de la OPEP – creada hace 56 años- representan casi la mitad de la producción mundial de crudo y el 14% de gas natural. Esos 11 países en la Cumbre de Doha (Catar) se opusieron a congelar la producción, presentándose sobre oferta del crudo. El precio del petróleo ni tan barato ni tan caro, sostienen los economistas; hoy el WTI está en 42,74 dólares y el Brent en 45,16. El WTI es el petróleo extraído en Texas y Oklahoma (Estados Unidos), y el Brent es sacado de una región del mar del Norte situada entre Noruega y Reino Unido.

El sector de hidrocarburos que no hace parte de la mesa de la Habana, afronta una polémica en relación con la revocatoria de una licencia ambiental concedida a Hupecol, empresa con cerca de veinte años en Colombia, que no ha perforado en Serranía, sino sólo desarrollado una actividad sísmica. El 18 de marzo de 2016, la ANH otorgó licencia por considerar que el proyecto de exploración “no afectará ambientalmente ningún Parque Nacional Natural (PNN) o sitios de interés turístico y ecológico como Caño Cristales.” A renglón seguido en una carrera contra reloj, Cormacarena dio a conocer el Plan Integral de Manejo Ambiental, y el 19 de abril de 2016 la ANH revocó la licencia a Hupecol. Algunos cronistas refieren de una “inestabilidad jurídica” para las empresas nacionales y extranjeras, dejando de lado que contra la decisión de la ANH no proceden recursos, y que las propias transnacionales estiman que en Colombia sí existe seguridad jurídica.

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