–Como un golpe contra la democracia y la mayor brutalidad contra cualquier ser humano, calificó la presidenta del Brasil Dilma Fousseff, la decisión del Senado de su país de retirarla del cargo y enjuiciarla por un crimen que afirmó no cometió. Sin embargo, notificó que luchará con todos los instrumentos legales para ejercer su mandato hasta el final, esto es, hasta el 31 de diciembre de 2018.

«Pude haber cometido errores, pero no he cometido delitos», sostuvo la mandataria, quien consideró una gran injusticia histórica condenarla siendo inocente. Además, advirtió que el juicio de destitución es fraudulento y frágil.

Dilma Rousseff, tras hacer una enérgica defensa de su gestión y de la pulcritud de sus actos, señaló: «He sufrido la mayor de las brutalidades que se pueden cometer contra un ser humano: ser castigada por un crimen que no cometió».

«Estoy orgullosa de ser la primera mujer elegida presidente de Brasil. En mis años en el cargo tuve dignidad y honré los votos depositados en mí», señaló luego de sustentar que todas sus determinaciones fueron legales y necesarias. Además reiteró que este tipo de acciones de gobierno fueron ejecutadas por los presidentes que la antecedieron, pero para aquellos no fueron delito como ahora.

“Nunca recibí sobornos, nunca acepte chantaje de cualquier naturaleza. Pude haber cometido errores, pero nunca nada ilegal”, proclamó Rousseff en una intervención tras la decisión del Senado brasileño de suspenderla del cargo por 180 días para iniciarle un juicio político que podría terminar en su definitiva destitución.

Como lo informamos oportunamente aquí en la web www.radiosantafe.com, esta madrugada, tras una sesión se más de 20 horas ininterrumpidas, el Senado tomó la decisión de suspender a Dilma Rousseff por 180 días para dar inicio al juicio política en su contra.

De los 78 senadores presentes en la votación, 55 votaron a favor de la admisibilidad de la apertura del juicio político y 22 votaron en contra, sin ninguna abstención.

Ahora el paso siguiente será el juicio para determinar la destitución de la mandataria, cuyo periodo vence el primero de enero de 2019.

En una declaración de 14 minutos que entregó desde el Palacio Presidencial, acompañada por los ministros de su gabinete y de dirigentes del Partido de los Trabajadores, PT y del PCdoB, Dilma Rousseff proclamó:

«Lo que está en juego en el proceso de juicio político no es sólo mi mandato. En juego está el respeto a las urnas, la voluntad soberana del pueblo brasileño y la Constitución. Lo que está en juego son los logros de los últimos 13 años, las ganancias de las personas más pobres y la clase media, la protección de los niños, los jóvenes que llegan a las universidades y escuelas técnicas, la apreciación del salario mínimo, los médicos asistiendo a la población, el hogar de MCMV «.

«Mi gobierno ha sido objeto de una intensa e incesante sabotaje. El objetivo claro ha impedido que yo para gobernar y forjar así el ambiente propicio para el golpe. Cuando un presidente electo se revoca, acusado de un crimen que no cometió. El nombre que se le da en el mundo democrático no es un juicio político, es un golpe», precisó.

Reiteró que no cometió el delito de responsabilidad que se le imputa y que por lo tanto no hay ninguna razón para el proceso de juicio político que se le inicia.

«No tengo cuentas en el exterior, nunca recibí sobornos, nunca compartí corrupción. Este proceso es frágil, un proceso injusto, jurídicamente inconsistente, iniciado contra una persona honesta e inocente. Es la mayor de las brutalidades que pueden cometerse contra cualquier ser humano castigarlo por un delito que no cometió «, puntualizó Rousseff.

Además dijo que el gobierno de Michel Temer, su vicepresidente, “no tendrá legitimidad para gobernar el país” y será la continuidad de la crisis política que enfrenta Brasil.

Sin embargo, Dilma notificó que va a luchar con todas sus fuerzas para defender su mandato.

«En estos años he ejercido mi mandato de una manera digna y honesta. En nombre de todo el pueblo de mi país, voy a luchar para ejercer mi mandato hasta el final, hasta el 31 diciembre 2018», expresó.

«Le pido al pueblo que se mantenga unido y luchen por la democracia. Esta lucha no concluirá pronto, necesita nuestra dedicación, la lucha contra el golpe será grande pero ganaremos», concluyó Dilma.