Ante el Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, tomó posesión de su cargo como Defensor del Pueblo el abogado payanés Carlos Alfonso Negret Mosquera, quien fue elegido el pasado 16 de agosto por amplia mayoría en la Cámara de Representantes.
El Primer Mandatario de los colombianos destacó las cualidades y capacidades del jurista, egresado de la Pontificia Universidad Javeriana, especialista en Derecho Internacional de los Derechos Humanos y con amplia experiencia tanto en el sector Público como Privado, y señaló que el organismo de control ahora bajo su liderazgo, tendrá un papel protagónico en el posconflicto, fundamentalmente para garantizar los derechos de las víctimas. Santos Calderón anunció que le marco de la Comisión Nacional de Moralización, lo invitará muy pronto para fortalecer las estrategias de lucha contra la corrupción como factor de amenaza contra los derechos fundamentales de los ciudadanos.
En su momento, el entrante Defensor del Pueblo habló sobre la necesidad de alinear la gestión de la Entidad con la protección de los colombianos más vulnerables. En este sentido, Negret Mosquera hizo énfasis en la urgencia de dejar atrás las causas del desplazamiento forzado y las masacres, así como avanzar en el amparo a los derechos fundamentales de mujeres, niños, jóvenes, adultos mayores, etnias y comunidades diversas, sobre la base de una mayor presencia institucional en las zonas rurales, los barrios marginales y los territorios campesinos.
El Funcionario se comprometió a fortalecer los equipos técnicos de investigación de la entidad para que los defensores públicos cuenten con mayores y mejores herramientas, así como el Sistema de Alertas Tempranas para que los informes de riesgo e inminencia incluyan a la totalidad de los actores cuyas conductas puedan poner en peligro a la población civil, contando a las bandas criminales y a los grupos que se resistan a la propuesta de reconciliación del Gobierno Nacional.
A propósito, Carlos Alfonso Negret consideró que los acuerdos de paz de La Habana constituyen un avance cualitativo para la vida de los colombianos y se convierten en una oportunidad para tramitar los desencuentros normales de la vida social por los caminos de la concertación y el diálogo.
“Trabajaré por una Defensoría que no esté donde siempre ha estado, sino donde más se necesite”, concluyó el nuevo rector del organismo de control para los Derechos Humanos quien tomó posesión de su cargo en la Casa de Nariño.
