La concejal de la capital Lucía Bastidas, señaló este viernes que Bogotá tiene el reto de construir 2,7 millones de viviendas para acoger a 3,6 millones de habitantes nuevos que tendrá de aquí al 2050.

Bastidas indicó que ese es el gran desafío que quedó planteado en el primer día de la Cumbre de Autoridades Locales que se realiza en Bogotá y en la que el alcalde Enrique Peñalosa le presentó al mundo su proyecto de Ciudad Paz, que busca revolucionar el crecimiento urbano con una visión de sostenibilidad ambiental, pensada en la gente.

Solo Ciudad paz, que estará dividido en Ciudad Río, Ciudad Norte, Ciudad Bosa y Soacha y Ciudad Mosquera, permitirá generar 1,5 millones de viviendas. Y el eje de crecimiento será el río Bogotá, cuya descontaminación es una meta del actual Gobierno, que busca recuperar el cauce para el goce de todos los bogotanos.

La concejal resaltó la visión de ciudad que representa este proyecto porque como ya lo explicó la administración, y lo acaba de reiterar en la cumbre, incluye una transformación en la forma tradicional que los gobiernos de Bogotá han utilizado para enfrentar el crecimiento urbano.

Ciudad Norte ya empezó en su primera fase con el Proyecto Lagos de Torca, en el que las obras de infraestructura pública como vías, redes de servicios y espacio público y ambiental serán financiados por los privados a través de plusvalía y ventas de derechos de edificabilidad.

La gran apuesta de este proyecto que es más que generar vivienda, porque incluye construir una ciudad ambientalmente sostenible, es que los ciudadanos no tengan que irse fuera de la capital para tener la posibilidad de adquirir vivienda y que puedan movilizarse en transporte público y en bicicleta.

Bastidas dijo que desde el Concejo estudiaremos con responsabilidad esta apuesta de ciudad, que se incluirá en la reforma del Plan de Ordenamiento Territorial (POT). No podemos ser ajenos ni indiferentes ante los retos que nos plantea el mundo urbano de los próximos veinte años.

Como lo señaló el director de ONU-Hábitat durante la inauguración de la cumbre, el crecimiento desorganizado de las ciudades en el mundo ha generado una disminución del espacio público para el disfrute de los ciudadanos, y ahora que el alcalde de Bogotá tiene el reto de reversar esa tendencia negativa es nuestra obligación no dejar pasar esa oportunidad.