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Elecciones presidenciales: EEUU define entre Hillary Clinton y Donald Trump

HILLARY -TRUMP–A las 6 am.m. de este martes se iniciaron las votaciones en los Estados Unidos para definir entre Hillary Clinton y Donald Trump, al sucesor de Barack Obama en la Casa Blanca.

Según la CNN Clinton tiene más opciones de asegurar los 270 votos electorales necesarios para ganar la presidencia.

El último resumen de encuestas de CNN da a Clinton una ventaja de cuatro puntos sobre Trump, de 46% a 42%. En la mayoría de los estados clave que decidirán, la carrera está apretada. Pero si Clinton gana en la mayoría de los estados que han votado demócrata en las elecciones recientes y añade a lo sumo un par de estados indecisos, probablemente gane la elección.

El mapa electoral más reciente de CNN proyecta que Clinton ganará 268 votos electorales en los estados que son sólidamente azules o apuntan en esa dirección. Trump tiene 204 votos de los estados que están sólidamente con su partido o se inclinan hacia él. Un candidato necesita 270 votos para ganar la Casa Blanca.

A su turno, el Nuevo Herald de Miami, más cercano a los latinos, afirma que el voto anticipado en las elecciones apunta dos tendencias claras: los latinos acuden a las urnas con más pasión que en anteriores comicios, lo que beneficia a la candidata demócrata Hillary Clinton, pero los afroamericanos muestran mayor desgano, lo que favorece al republicano Donald Trump.

Añade que según los últimos datos, para el 5 de noviembre casi 40 millones de estadounidenses habían depositado su voto en las elecciones que enfrentan a Clinton y a Trump, una cifra superior al total de algo más de 32 millones de votos anticipados del 2012.

También establece que por ahora han votado más republicanos que demócratas, con 2,093 millones de votos frente a 2,092 millones, lo que es una buena señal para los conservadores.

The New York Times, afirma que Hillary Clinton se apoya en los votantes jóvenes y no blancos, mientras que Donald J. Trump ve a los blancos que no tienen títulos.

Dice que Clinton podría barrer con la barrera de género desde la Casa Blanca, sin embargo, su potencial de hacer historia no ha recibido la atención que la candidatura de Obama lo hizo cuando se rompió la línea de color presidencial hace ocho años.

Pero eso no quiere decir que su potencial de ser la primera mujer presidente de Estados Unidos, junto con los comentarios groseros que el señor Trump ha hecho sobre las mujeres, no han captado la atención de muchos votantes. En todos los estados campo de batalla, la participación de las mujeres como porcentaje del electorado en general ha sido mayor en la votación temprana que en las elecciones de 2012.

En cuanto a Trump señala que tiene un camino real para la presidencia: los votantes blancos sin un título universitario suficiente para compensar sus pérdidas entre los votantes bien educados y no blancos.

Si las encuestas y los informes son correctos, Trump podría hacer grandes ganancias en los lugares que han sido bastiones demócratas para las generaciones, como Scranton, Pa .; Youngstown, Ohio; o Duluth, Minnesota.

Mientras tanto, desde la óptica europea, RT reproduce cinco posibles escenarios de las elecciones estadounidenses expuestos por el columnista de ‘The Guardian’ Tom McCarthy.

Ellos son:

Clinton aplasta a Trump

En este escenario el candidato republicano, Donald Trump, no solo pierde grandes estados decisivos como Florida, Carolina del Norte y Ohio, sino también Iowa, Colorado e incluso estados donde los republicanos nunca han perdido en los tiempos modernos.

Los votantes afroamericanos de Georgia acuden en masa a las urnas y los hispanos hacen lo mismo en Arizona. En Texas, los inmigrantes mexicanos de segunda y tercera generación junto con los votantes blancos con estudios, incluyendo algunos republicanos moderados, garantizan la victoria de la candidata demócrata, Hillary Clinton. Un día después de las elecciones, los líderes republicanos reconocen que la nominación de Trump fue un error histórico.

Tablero y canasta de Trump

Según esta situación hipotética, Trump logra los 270 votos de los colegios electorales necesarios para llegar a la Casa Blanca, con una victoria sorprendente en los estados del norte del Medio Oeste. En este caso les debe su vida electoral a los votantes blancos, en particular los de las regiones rurales.

Trump tiene suerte: contra todos los pronósticos y todas las encuestas, gana en el estado de Wisconsin, cuya población es más homogénea y blanca en comparación con los estados vecinos, donde Hillary Clinton no ha logrado inspirar a los votantes afroamericanos.

Victoria de Clinton en el último segundo

En esta opción, la presión arterial de los demócratas sube a 220/140 hasta que Florida informa de la victoria de Clinton a las 3 de la madrugada, dándole 29 votos electorales y las llaves de la Casa Blanca.

Clinton logra victorias anticipadas durante la noche, sus votantes tradicionales -mujeres, votantes no blancos y votantes blancos con estudios- votan por ella, y no hay ninguna razón por la que no deba ganar. Sin embargo, los demócratas empiezan a recibir señales alarmantes. Los votantes independientes del estado de Nuevo Hampshire concluyen que no quieren ver a la dinastía de los Clinton en la política estadounidense y dan cuatro votos electorales a Trump, y Carolina del Norte y Colorado les imitan.

Como resultado, Clinton se estanca en 266 votos electorales, y Trump logra 243 votos. Todos los ojos están puestos sobre Florida. Los votantes no blancos no van a las urnas como deberían, mientras que la participación de los votantes blancos en las comunidades de jubilados es altísima. Solo los resultados del condado de Broward aseguran un triunfo final de la candidata demócrata.

Una crisis

Según este desenlace, EE.UU. entra en una crisis constitucional. Los resultados de las elecciones son más ajustados de lo que nadie hubiera podido imaginar. Quizás Trump gana en Nuevo Hampshire y otros estados decisivos, llegando a un empate del voto electoral. Puede ser que el escrutinio de Florida muestre un margen tan estrecho como en las elecciones entre Al Gore y George Bush de 2000, provocando un recuento de votos.

Según la Constitución estadounidense, en este caso el Congreso debe intervenir para resolver el empate, pero no existe ningún precedente histórico. Uno de los electores, que se unen en diciembre para elegir técnicamente al presidente, también puede resolver el problema cambiando su voto y actuando en contra de la voluntad de los votantes. Pero en este caso el Congreso tiene que contar los votos de los electores en enero.

EE.UU. ‘vuelve a ser grande’

En este escenario millones de votantes estadounidenses simplemente votan por Trump. Al fin y al cabo, «no iba en serio cuando dijo que deportaría a millones de residentes estadounidenses, ni cuando afirmó que todos los mexicanos son unos criminales y unos violadores o cuando aseguró que Hillary debería ser encarcelada, ¿verdad?», se pregunta McCarthy.

La gran noche de Trump empieza en Nuevo Hampshire, continua en Virginia y Carolina del Norte, pasa por Iowa y Ohio y llega a Florida. Nadie puede creer en la victoria de Trump en Pensilvania, pero resulta que en la ciudad de Filadelfia los votantes negros se han quedado en casa. El republicano gana en Colorado; puede ser que pierda en Nevada y en la parte alta del Medio Oeste, pero a nadie le importa, porque ya tiene más de 300 votos.