La explosión que se presentó en una polvorería ilegal ubicada en la vía que comunica a los municipios de Soacha y Sibaté en Cundinamarca, muy cerca de Bogotá, es una nueva alerta para que las autoridades distritales emprendan ya una campaña de prevención y control para el manejo de pólvora en la ciudad capital, acción que aún no se efectúa a pesar de la cercanía de diciembre y el creciente número de personas quemadas en cada temporada de fin de año.
La explosión de esta polvorería, que dejó un saldo de tres heridos y pérdidas materiales, podría replicarse en Bogotá, específicamente en las localidades de Ciudad Bolívar o Usme, en donde presuntamente se fabrica y se expende de manera clandestina pólvora e igualmente sucede en grandes sitios de comercio como San Victorino y los San Andresitos lugares en los que en el pasado ocurrieron tragedias.
Desde el pasado 26 de octubre el concejal Jorge Torres ha venido alertando a las autoridades sobre el expendió informal de pólvora, situación que se agudiza con la llegada de material pirotécnico desde municipios aledaños a Bogotá, por lo cual se requiere incrementar los controles.
Según información que suministró la Dirección de Salud Pública de la Secretaría Distrital de Salud, ya son 23 las personas que han resultado quemadas con pólvora durante 2016.
