El domingo en la madrugada ocurrió un hecho polémico en la Plaza de Bolívar. Más de 200 miembros de la Policía y del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) rodearon los campamentos de paz que estaban instalados desde 42 días y desalojaron a las personas del lugar.
A través de las redes sociales, las personas denunciaron agresiones por parte de los miembros de la fuerza, quienes adelantaron la operación por orden de la Alcaldía de Bogotá.
“Fui testigo de cómo metieron personas a la fuerza en camionetas, yo mismo los vi salir. A una mujer le rompieron el dedo, los golpearon”, indicó Juliana Bohórquez, una de las promotoras del campamento.
De acuerdo con Bohóquez, en ningún momento existió un acuerdo de desalojo con la Alcaldía Mayor, desconociendo así las afirmaciones hechas en un comunicado por la administración distrital.
“Vienen a justificar que enviaron al Esmad porque nos habíamos salido. Eso no es transparente, porque no hablé con la Alcaldía”, manifestó Bohórquez.
Otros voceros del campamento lo corroboraron: “Tuvimos una votación con 65 de los integrantes del campamento. 49 personas decidimos quedarnos”.
Por su parte, la Alcaldía de Bogotá afirmó que compartió la filosofía del campamento por la paz y durante 50 días ofreció seguridad y apoyo para que dicha protesta pacífica gozara de todas las garantías.
«Desde hace días, el Distrito inició diálogos para lograr un retiro voluntario del campamento. Un gran número de personas entendieron, levantaron sus carpas y se fueron a sus casas. Afirmaron que, ante la firma del nuevo acuerdo de paz, que era el propósito de la protesta simbólica, la tarea ya estaba cumplida», asegura un comunicado de la Alcaldía.
«El festival de Salsa al Parque, en el que se concentraron unas 54.000 personas, podría poner en riesgo la seguridad de todos. Tanto de los asistentes al tradicional evento, como de las personas que aún querían permanecer en el campamento hasta una fecha indefinida», agrega el comunicado.
Según con el Distrito, el Esmad en ningún momento efectuó algún procedimiento y en ningún momento las unidades de Policía ejercieron un uso excesivo de la fuerza. De esto puede dar cuenta la Personería, que acompañó el procedimiento de principio a fin.
“De 238 integrantes de campamento por la paz, más de 170 se retiraron voluntariamente. Los demás con intervención de Administración. Personería de Bogotá vigiló”, dijo la Personería.
Por su parte, el Alcalde Peñalosa ha señalado: “Acompañaré y protegeré siempre iniciativas que busquen la paz. Fundadores del campamento por la paz consideraron que ya habían cumplido su objetivo y concertadamente anunciaron su retiro. Durante 50 días valoré y admiré la capacidad de resistencia y tesón de todos sus miembros. Les bríndanos toda la ayuda que necesitaron de nuestra parte y así lo han expresado ellos públicamente”.
