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Eln admite que está copando zonas dejadas por las Farc y que sigue «vacunando» a narcotraficantes

–Un cabecilla conocido con el alias de «Uriel» aseguró que el Eln está copando los territorios que están dejando las Farc ahora en proceso de desmovilización y desarme y que su plan de «expansión» continuará en toda la geografía colombiana. También afirmó que, aunque el negocio de la droga está disminuyendo, siguen cobrando «impuesto» a las mafias que manejan la producción y el tráfico de narcóticos.

El sujeto, que maneja el llamado frente de guerra occidental que actúa en el departamento del Chocó, hizo las precisiones al analista Ariel Avila y a la periodista independiente Andrea Aldana, a quienes permitieron visitar uno de sus campamentos en las selvas chocoanas.

Alias «Uriel» sostuvo de otro lado, que el reducto guerrillero a su cargo –que está conformado por los frentes denominados frentes Cimarrón, Che Guevara, Cacique Calarcá y Boche y dos compañías móviles llamadas Néstor Tulio Durán y Omar Silgado–, cumplirá con todo lo que se pacte con el gobierno en las negociaciones de paz que se inician el 7 de febrero en Ecuador.

De hecho, confirmó la entrega del secuestrado político chocoano Odín Sánchez, a quien aseguró se le privó de su libertad con fines extorsivos y no de presión política».

«La liberación depende de lo que se pactó en Quito”, precisó.

Avila precisó: «El frente en el que estuve asegura que la demora en su liberación no obedecía a una disputa con el Comando Central del Eln, sino, según ellos, a un “incumplimiento del Gobierno de los acuerdos a los que habían llegado las partes para comenzar la fase pública de la negociación”. Es decir, para el Eln no era bueno ceder a la presión al inició de la mesa, aunque entendían que comenzar una negociación en medio de secuestros era muy difícil para el gobierno nacional».

«Lo que argumenta el ELN es que Odín Sánchez saldría después de la instalación de la mesa, es decir, sería el tercer liberado», agregó.

Empero, según el gobierno, el compromiso es entregar al secuestrado el 2 de febrero.

En cuanto al proceso de expansión, el cabecilla guerrillero indicó que «un pie de fuerza del Eln que viene copando los territorios que dejan las Farc y acercándose a la base social que, entre caseríos de madera recortada, plástico y techos de zinc, vive incrustada a orillas de los ríos del Chocó, donde el Estado nunca se asoma».

Empero negó versiones sobre acuerdos con la banda criminal de «los urabeños» por conveniencias de narcotráfico.

“Es falso que un sector de los Urabeños se haya acercado al Eln. Las líneas de confrontación se mantienen y, de hecho, estamos en guerra”, precisó.

A propósito del tema, se refirió al narcotráfico y afirmó que «está muy disminuido».

Empero admitió: “Cobramos impuesto de guerra a toda la cadena del narcotráfico a nuestro alcance: a la compra de la pasta de coca, a los laboratorios, a los que la sacan. Por ese contacto sabemos que ha disminuido el cultivo».

Advirtió que «no sólo cobramos a los que mueven coca. Cobramos impuesto de guerra a cualquier actividad comercial: transporte, minería, madera o todo lo que sea que se dé por acá”.

Finalmente hizo alusión a las próximas negociaciones de paz y precisó: «Vamos a ver qué nos marca el futuro”.

Avila le dijo que «el momento de la guerra ya pasó”, lo cual respondió:

“El asunto es sencillo: si no quieren que haya guerrilla, por qué simplemente no hacen lo que tienen voluntad de hacer y así nos quitan los argumentos para existir”.

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