Opinión

Sector plásticos, a prueba de resistencia

Por: Luis Eduardo Forero Medina
Por tierra, mar y aire se busca limpiar el planeta de más de ocho millones de toneladas de plástico que llegan anualmente a mares y bosques, no por culpa del plástico, invento patentado en 1965, sino por la falta de conciencia de la humanidad al no reciclar 100%, ocasionando contaminación ambiental e incalculables muertes de especies marinas.

En tierra se busca prevenir la contaminación, educando a la población desde temprana edad acerca del manejo de residuos, para reutilizar antes de tirar; en el Mar del Norte, en el océano Pacífico, The Ocean cleanup ancló recientemente la primera barrera con brazos de 100 km, que al vaivén de las olas recogen los desechos plásticos, y los conducen a un contenedor de 10 000 metros cúbicos que es desocupado mensualmente. . Entre Hawai y California, se llevará a cabo durante una década la limpieza más grande de la historia. Y por aire, The Ocean Cleanup Array fletó aviones Hércules que divisaron islas de basura en el océano Índico, el Atlántico Norte y Sur, y el Pacífico Norte y Sur; y constataron que por la gran mancha de basura, “el problema era peor de lo esperado”.
Porque “el plástico facilita la buena vida”, en un segundo en todo el mundo se consumen más de 166 mil bolsas plásticas, la mayoría sin haberle dado un uso racional por falta de educación ambiental de los consumidores. El sector surte a las empresas productoras de alimentos y bebidas, sus máximos clientes; a las de materiales de construcción, agricultura, productos farmacéuticos y médicos, cosméticos, grandes superficies y almacenes de cadena.
La década de los 70 del siglo XX en adelante, será conocida en el cuarto milenio como la Edad del plástico que nadó contra la corriente por medio siglo, antes de iniciar la batalla contra el uso abusivo de este material o conjunto de materiales de los que se conforma.

En Colombia el sector está agrupado desde 1961 en la Asociación Colombiana de Industrias Plásticas (ACOPLÁSTICOS), impulsada por Ignacio Chiappe Lamus, y dirigida por más de tres décadas por el Dr. Carlos Alberto Garay Salamanca, con el apoyo de Ana Rita Cárdenas Mendoza. El sector genera más de 40.000 empleos directos, según el DANE, sin tener en cuenta datos de establecimientos informales.

El clúster de plástico, mayormente concentrado en Bogotá, abarca la industria del caucho, pinturas y tintas, fibras, petroquímica, es “un mercado muy importante”, calificado como el negocio del momento, cuya cadena la integran los fabricantes de plásticos, minoristas, consumidor final, recicladores, acopiadores, transportistas, y gobiernos, formando una verdadera economía circular.

Desde hace un tiempo se comprobó que la basura es de los portafolios financieros más atractivos para los inversionistas, por la alta demanda de plástico en todos los países, principalmente el PET (tereftalato de polietileno), uno de los mayores contaminantes, sobre todo visuales; polipropileno, polietileno, y PVC.
Los plásticos y envases que en Colombia empezaron a usarse hace 53 años, si no fueron reciclados no se han descompuesto; el plástico tarda entre 100 y 1.000 años en descomponerse y una botella de plástico dura 500 años en desintegrarse. A nivel global para el 2015 el 86% del plástico en el mundo se consumió en su conjunto en China, India, resto de Asia, Japón, Europa y los países del Nafta. Latinoamérica gastó un 5%.
En América Latina puntean el mercado sector de envases y embalajes México, Argentina, Colombia y Brasil. Colombia exporta plástico a Estados Unidos, China, Perú, Venezuela, Ecuador, Brasil, Chile, El Salvador, Costa Rica, Guatemala y Honduras.
La industria de plásticos en su permanente investigación para apaciguar las voces de los ambientalistas y mejorar sus estrategias, fundó hace 30 años el ICIPC, Instituto de Capacitación del Plástico y del Caucho, entidad de capacitación, asistencia e investigación del plástico y el caucho; y en el mundo se han liderado diversas iniciativas, como la invención de una bacteria que se alimenta del plástico PET, la probable producción de plásticos que se puedan disolver en el agua, inventar un material diferente que reemplace el plástico, reciclar el 86% de plástico que actualmente termina en la basura, descongestionando de esta manera los rellenos sanitarios; la instalación en todos los países de plantas de reciclaje de 4G, crear carreras profesionales de reciclaje, o convertir en realidad el viejo sueño de ganarle la guerra al papel, v.gr. concibiendo un plástico capaz de almacenar cemento que hasta ahora sólo soporta empaques en papel.
El sector se encoje por el aumento en los costos de las materias primas, la mitad importadas; las facturas de energía, el precio del combustible y la competencia desleal por importaciones provenientes de países vecinos o de naciones que subsidian el sector.
Del plástico reciclado se fabrica entre otros el «hilo biónico» , cobijas hechas de botellas de plástico, zapatillas confeccionadas de plástico oceánico; y a futuro se usará el CO2 en la industria plástica, las casas serán de plástico, los automóviles se fabricarán con piezas de plástico para hacerlos más livianos, las carreteras se construirán a base de plástico , así como las pistas deportivas de caucho.

Las bolsas plásticas están prohibidas en China, India y Senegal. Los 27 países de la Unión Europea se proponen usar la mitad de la bolsas este año, en 2019 proyectan usar un 80% menos de plástico, y en 2020 reciclar 100% de plástico.
En Colombia donde la industria de los plásticos ha llegado a crecer hasta dos dígitos, aunque la mejora se percibe más en empaque rígido, sobre todo en el PET, que en el flexible, en 2017 se tendrá que ahorrar el 10% de las bolsas, para llegar a un 60% en 2027.
«La basura oceánica del mundo es uno de los desafíos ambientales más grandes que la humanidad enfrenta hoy en día», indica el Foro Económico Mundial.
@luforero4